“Piso parejo, reglas claras” han pedido algunos militantes de Morena al ver qué actores políticos llegan a tener cierto “favoritismo” por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador para iniciar, dos años antes, una “precamapaña” para jugársela por la candidatura a la presidencia de México.
Para nuestra analista María Amparo Casar, los momentos de apoyo del presidente, un día para uno, otro día para otro, genera divisiones en Morena.
Yo creo que ya las hay. Esas divisiones ya las hay. Unas son más peligrosas y perniciosas que otras, ¿peligrosas, por qué? Porque hay precandidatos que tienen mucho más base social y que tienen muchos más recursos para desplegar, como lo hemos visto en estas semanas.
El caso refiere María Amparo, el del secretario de Gobernación y de Ricardo Monreal, este último que se ha declarado aspirante presidencial rumbo al 2024, y quien en conferencia de prensa desde el Senado responsabilizó a gobernadoras y gobernadores de la falta de piso parejo.
Por otra parte, opina nuestra analista, el Tribunal Electoral federal frenó las acciones proselitistas de tres presidenciables de Morena, pero no tocó a Marcelo Ebrard, insiste, esto genera ya divisiones en el partido guinda.