Con miras a la elección federal del próximo año, en la que se renovarán los 500 legisladores de la Cámara de Diputados, la analista María Amparo Casar señala que el partido que hoy ostenta el poder, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se ha convertido en su propio enemigo para la sucesión presidencial del 2024.
“El problema es que esto que trata de la sucesión, para llegar al 2024 hay que llegar primero al 2021, y mucho hemos dicho que este descontento que hay con López Obrador, pero la oposición está muy fragmentada, así que no hay quien reciba ese descontento”.
María Amparo Casar, analista.
María Amparo señala que ahora el peor enemigo de Morena es el propio Morena, enfrascado en un proceso para la renovación de su dirigencia.
La analista señala que para Morena ganar el Congreso para el presidente, la Cámara de Diputados el año que viene, es central no solo para la sucesión presidencial, sino para acabar de afianzar, normativamente el proyecto encabezado por López Obrador.
“Lo preocupante aquí es que hoy se publica una encuesta en El Financiero y creo que revela, más allá de los resultados en términos de conocimiento y preferencia por los candidatos, que tiene sus problemas porque no se recaba la opinión de los militantes, no hay padrón de militantes, es que la gran mayoría piensa que quien debe de ser el partido o quien debe tener el partido, debe ser alguien dispuesto a apoyar, incondicionalmente, al presidente”.
María Amparo Casar, analista.
La especialista señala que en dicha encuesta, la pregunta de si el presidente o presidenta del partido debe de intentar consolidarlo, transformar el movimiento en partido para que éste se institucionalice, recibe una muy baja respuesta.