En días recientes, el mandatario sostuvo que la máxima casa de estudios “se derechizó” durante el periodo neoliberal y este tipo de declaraciones son ya, a opinión de María Amparo Casar, el “sello de la casa”, es decir, el presidente siempre busca meterse contra alguien o contra alguna institución.
- Se está metiendo con una institución autónoma y digo que es el sello de la casa porque ya ha querido meterse con la COFECE, con el CONEVAL, con la Comisión Reguladora de Energía, la Nacional de Hidrocarburos, entonces, sí hay un afán de concentración de poder.
Pero para nuestra analista política, en esta ocasión, el presidente Andrés Manuel López Obrador no va a salir avante debido a que todos, dos a uno, seríamos Pumas, y todos saldríamos a defender a la UNAM.
En la UNAM, el 70% del alumnado es clases de menores ingresos, entonces, ¿cómo querer destruir lo que ha querido imprimir en su gobierno López Obrador, aunque haya fracasado, que es precisamente el de dar oportunidades cada vez más a los jóvenes?
María Amparo refiere que la Universidad de la Ciudad de México que él hizo cuando fue jefe de Gobierno, no son una alternativa.
“No hay exámenes de admisión, no hay rigor, no hay calendarios, no hay suficiencia de plantilla, de profesores, son un fracaso por donde las veas”.
Atentar con la primera o segunda universidad más importante de América Latina y una universidad que está entre las 100 mejores del mundo, me parece un despropósito.