Luis Rubio habla sobre la propuesta de reforma al Poder Judicial, impulsada por el Presidente, que ha generado un intenso debate.
La idea de modificar la Constitución para cambiar a todos los jueces, incluidos los magistrados de la Suprema Corte de Justicia, es un proyecto ambicioso, con pocos precedentes en el mundo.
“La idea es innovadora en el sentido en que nadie más casi en el mundo, con una sola excepción que es Bolivia, ha hecho algo parecido. Sería una empresa verdaderamente enorme en los costos y en las complicaciones que tiene”.
Luis Rubio
Esta reforma, que parece avanzar sin mayores obstáculos, plantea una pregunta fundamental: ¿Qué ha hecho por ti el Poder Judicial?.
“Uno de los argumentos que ha sacado algunas personas serias, inteligentes, responsables al respecto, dicen: ‘La verdad es que, ¿qué ha hecho por ti el Poder Judicial? ¿Qué ha hecho por ti la Suprema Corte? ¿Por qué defenderlos si no han hecho nada para ti?”.
Luis Rubio
A primera vista, es fácil pensar que la mayoría de los ciudadanos comunes y corrientes no tienen interacción directa con el Poder Judicial, y mucho menos con la Suprema Corte de Justicia. Sin embargo, como bien apunta Rubio, “las decisiones que se toman a ese nivel, sobre todo en la Suprema Corte, tienen un enorme, extraordinario impacto sobre nuestras vidas cotidianas.”
“Se hizo una reforma eléctrica que permitió que hubiera mucho más generación de electricidad en el país al participar empresas privadas en la generación. Luego vino el gobierno actual y pasó una ley que trató de eliminar esas posibilidades de que participaran en el sector privado como generadores. La Suprema Corte paró esa reforma porque era anticonstitucional. Lo que implica es que seguimos teniendo la posibilidad de tener suficiente energía para todas las necesidades que tiene el país, que de otra manera la Comisión Federal de Electricidad jamás podría garantizar”.
Luis Rubio
El impacto de estas decisiones va más allá de la generación de energía. Rubio enfatiza que los temas más importantes son aquellos relacionados con “la libertad de las personas, los derechos civiles, los derechos de expresión y todos los demás derechos que tenemos como ciudadanos”.
Y es precisamente en estos ámbitos donde la Suprema Corte juega un papel crucial como contrapeso al poder ejecutivo. Sin un Poder Judicial independiente, las decisiones de una sola persona podrían volverse inapelables, lo que resultaría peligroso para la democracia y los derechos de los ciudadanos.
“Lo que es malo es no tener ningún contrapeso. Lo que es malo es que el presidente decida todo por sí mismo o por sí misma y que no haya nada ni nadie que pueda decirle ‘esto no está bien. Esto hay que corregirlo. Esto tiene que tener límites. Porque de otra manera, vamos a afectar a demasiada gente”.
Luis Rubio