“A dos semanas de la elección, ya es bastante claro lo que ocurrió ese día”, y eso es lo que el doctor Luis Rubio explica el día de hoy, a partir de cuatro puntos específicos.
- El referendum
Primero que nada, el presidente cometió un error al convertir la elección en un referendum sobre sí mismo.
- De lo perdido lo ganado
En segundo lugar la base dura del presidente se mantiene firme, más o menos entre un 30% y un 31%; pero por otra parte, perdió casi todo el voto que había ganado en 2018 de las urbes y de las clases medias.
- La oposición
En tercer lugar, la oposición que se unió en la alianza obtuvo resultados irregulares, en unos lugares les fue muy bien, en otros mal.
Sin embargo, la gran paradoja es que “en lugares donde hubieran podido ganar, no se aliaron, como fue el caso de Campeche y Nuevo León”, dice Rubio.
- Voto de castigo
En cuarto lugar, y mucho más trascendente, la población está cada vez más dispuesta a castigar a quien está en el gobierno, sea éste de un color o de otro. Es decir, la ciudadanía no está satisfecha con lo que está viendo, con lo que está viviendo y por lo tanto esta buscando opciones.
“Si está el partido 1 en el gobierno, vota por el 2, si está el partido 2, entonces vota por el 1. Esto habla de una ciudadanía insatisfecha pero también más madura y dispuesta a tomar riesgos. Cada vez hay menos mexicanos que dicen que son absolutamente devotos a un partido en particular”.
Los próximos tres años
Nuestro colaborador opina que “vienen tres años muy interesantes, pero también muy complicados, donde los partidos y sus potenciales candidatos van a tener que buscar las lealtades y los votos de personas que no son siempre devotos a partidos”.
“El candidato o candidata que surja del partido en el gobierno, de Morena, va a ser elegido con una fuerte influencia del propio presidente. Pero, ¿qué va a pasar del otro lado?, eso todavía es incierto”.
Es por ello, que Luis Rubio cree: “La única persona que podría derrotar a un candidato del presidente, sería una persona que surgiera de la sociedad y no de los partidos políticos”.