“México es un país de extremismos”, asegura Luis Rubio al reflexionar sobre la actual discusión que se lleva a cabo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre discutiendo la llamada “prisión preventiva oficiosa”, la cual explica, es “la manera de meter a la cárcel a una persona la cual fue diseñada originalmente para delitos de alta violencia como homicidios, secuestros o extorsiones”.
“La idea era que una persona en esas condiciones debe estar en la cárcel independientemente de cualquier otra cosa para evitar hacer más daño a la población. Tenía sentido y no había demasiadas quejas”.
Sin embargo, según el experto, “el gobierno actual lo que hizo fue ampliar la lista de una manera dramática para incluir toda clase de cosas que no eran violentas, desde impuestos hasta faltas administrativas, e incluso el abuso por parte de autoridades políticas, administrativas o fiscales”.
“Eso es lo que detonó esta enorme cauda de críticas que le ha caído al gobierno y que ahora son materia de discusión y decisión en la Corte”, dice rubio.
“El punto de fondo es que un juez debe determinar si una persona debe ir a la cárcel, lo que se llama ‘prisión preventiva justificada’, esa se sujeta a un juez y él decide si se lleva a cabo o no y de ahí en adelante sigue el proceso”.
No obstante, el especialista señala que un efecto negativo de esto es que “hay mucha gente que lleva décadas sin la decisión de un juez para poder concluir su proceso de encarcelamiento y definir cuál es la sentencia a la que está sujeto para ser procesado”.
“Me parece que nos fuimos de un extremo al otro, hay casos en los que tiene sentido que haya una prisión preventiva oficiosa en un país que tiene las características del nuestro”.
Rubio justifica esto explicando que si “en México, dejamos que los jueces sean los que tienen que decidir si un narcotraficante o un criminal van a la cárcel, el juez puede quedar sujeto a corrupción o a que lo maten”.
“Muchos jueces simplemente van a optar por decir ‘yo no me meto en ésta porque no quiero arriesgar a mi familia’ algunos caerán en la corrupción”.
Para Luis Rubio, el tema de la prisión preventiva “es mucho más serio y mucho más trascendente de lo que parece” y lamenta que todo se convirtió al final de cuentas en un tema de fuerzas, en un tema de vencidas entre la oposición y el gobierno o dentro de la Suprema Corte”.
“Está de por medio la definición de si México es un país civilizado o aspira a ser civilizado o simplemente es un instrumento más del control gubernamental sobre la ciudadanía”.
