El resentimiento social provocado por AMLO es un “arma de dos filos”

La constante polarización en la sociedad mexicana, derivada de las diferencias políticas e ideológicas, permite que al doctor Luis Rubio reflexionar sobre el resentimiento social que se genera en México al haber diferencias dramáticas en las formas de vida y cómo ese sentimiento es utilizado por los políticos como una herramienta de confrontación.

“El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es un ejemplo perfecto de esto; el presidente usa el resentimiento como medio para separar a los buenos de los malos, a sus cercanos de los demás”.

Luis Rubio, analista.

Al respecto nuestro colaborador señala que el mandatario mexicano “ha utilizado el resentimiento como un instrumento para avanzar en su carrera política”.

“La gran pregunta es si ¿lo está haciendo para construir una nueva etapa de desarrollo en el país o simplemente para minar lo que existe en este momento?”.

Luis Rubio, analista.

Para el experto, “ésta es una gran oportunidad para transformar al país aprovechando el resentimiento que existe en la sociedad”, sin embargo, también cree que usar el resentimiento puede tener efectos contrarios.

“Si vemos a muchos de los países del sur de América, como Argentina, Chile o Venezuela, una vez que se desata el resentimiento y la lucha de emociones de los buenos contra los malos el potencial para perder y destrozar lo poco que existe de bueno, es enorme”.

Luis Rubio, analista.

Enfocándose en el caso de Chile, Luis Rubio indica que “si bien en 30 años mejoró su economía y niveles de vida, cuando súbitamente el resentimiento volvió a surgir fue muy fácil que se provocara una crisis”.

“La oportunidad es enorme pero el riesgo de convertir al resentimiento en una bomba que destruya todo es mucho más grande de lo que uno piensa”.

Luis Rubio, analista.

Previamente el analista indicaba en otras de sus colabroaciones, que el propio gobierno está generando una polarización en la sociedad a partir de definir “quiénes son buenos y quiénes son malos” y explicaba:

“Independientemente de la veracidad de las afirmaciones, el hecho es que esa es la manera en que el presidente y el gobierno en general, ven al país”.