Luis Rubio retoma la visita que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador hace unos días a Estados Unidos y dice que ésta fue “especial y particular” por dos razones fundamentales:
- Primero: se trató de un encuentro entre dos jefes de Estado que tenían cuentas pendientes pero que no estaban dispuestos hacer lo que el otro quiere hacer.
El analista asegura que en este sentido fue peculiar porque “ninguno quería estar ahí” pero ambos tenían que estarlo, ya que para López Obrador era importante mostrar que no había pleito con los americanos después de la Cumbre de las Américas hace algunas semanas.
Y Rubio dice que para Biden era importante demostrar que tampco había un conflicto con México.
La segunda circunstancia, como explica el analista, es que los dos presidentes le hablaron a público local; Biden le habló a su público hispano, a los potenciales votantes pensando para la elección de noviembre, donde entre otras cosas, se elegirán a varios gobernadores.
Mientras que López Obrador le habló a su base en México, con la cual se comunicó en términos de migración e inflación.
“Ninguno de los dos habló de esos temas entre si y fue una reunión única, peculiar, muy fuera de lo común, debido a que solo querían salir en la foto, tanto así que el presidente Biden tan pronto terminó la reunión con López Obrador se fue a avión para su gira por Medio Oriente”.
Luis Rubio
Rubio dice que una visita de trabajo tiene protocolos distintos, no tiene una reunión, una cena formal, una reunión de gabinete a gabinete, no lo espera el presidente a la entrada de la Casa Blanca, aunque puede ocurrir en algunas ocasiones, pero lo importante, como acota el analista, es simplemente notar que “ninguno estaba dispuesto hacer más de lo necesario para su propia base, no para el otro”.
Señala que esto evidencia que “tenemos problemas muy serios en esta relación”, ya que los dos países saben que se necesitan mutuamente, pero ninguno está dispuesto a conceder puntos fundamentales para el otro, por lo que hay es una “tensión permanente”.
El analista menciona que no hay que olvidar que para López Obrador la relación con Estados Unidos es de segundo nivel, no es lo más importante de su política exterior como había sido para sus predecesores.
“En lo que es diferente López Obrador con respecto a Estado Unidos es que es el primer presidente desde los años 80 que no comparte la visión de un acercamiento creciente con Estados Unidos y eso es lo que se notará en los dos próximos años. Los dos países tendrán que resolver problemas fundamentales a partir de 2024″.
Luis Rubio
TE PODRÍA INTERESAR:
