El cambio más importante que caracteriza al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es el de eliminar toda consideración técnica, en este caso, en el tema de educación, señala Luis Rubio.
Nuestro analista comenta que el presidente está viviendo el viejo sistema político mexicano donde todo es política y el objetivo es el de concentrar el poder y el de controlar a la población en cada uno de sus ámbitos
En el caso de la educación quizá no vaya a ver mayor daño que el que se está haciendo en ese sector, porque hubo varios intentos de reforma desde los noventa hasta el año pasado.
Luis Rubio señala que la realidad es que la educación sigue siendo un instrumento de control en manos del gobierno.
“Nadie ha llevado a cabo una reforma profunda o trascendental que elimine los cacicazgos que hacen imposible que la población crezca o se desarrolle y tenga oportunidades en la vida”.
Luis Rubio
Nuestro analista comenta que en México a lo largo del siglo XX el objetivo siempre fue el del control y la construcción de una hegemonía ideológica donde todo mundo pensara igual y apoyara el régimen.
Según comenta, los países que han transformado en el mundo, como los asiáticos, apostaron por una transformación dramática en sus sistema educativo, donde se enfocaron en que las personas tuvieran oportunidades de vida con independencia de su origen económico, social o político.
“En México tenemos una gran deuda y no vamos a poder resolver los problema de pobreza o desigualdad en la medida que no se tenga la solución al tema de la educación, y si es concebida como una medida de control político jamás va a cambiar al país”, dice Luis Rubio.
Rubio enfatiza que ésta es la consecuencia más grave, patética y paradójica de un gobierno que tenía por objetivo el de atacar a la pobreza, desigualdad y la corrupción como males fundamentales, pero que lo ha aumentando y desarrollado más que otro.