“No hay nada más básico y fundamental en un gobierno que el ejercicio del presupuesto”, esto es lo que el doctor Luis Rubio utiliza como base para reflexionar sobre la importancia que tiene la situación por la que atraviesa la relación entre los gobernadores y AMLO.
“En México aunque tenemos una estructura federal, en la realidad lo que pasaba es que el presupuesto se concentraba en el gobierno federal y se repartía hacia los gobernadores, como medio en parte para reducir la latitud que tenían los gobernadores para utilizarlo y para controlarlos”.
Nuestro colaborador señala que era a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y en su momento la Secretaría de Programación y Presupuesto los que decidían qué se les daba a los gobernadores y qué no. No obstante, indica que con el cambio de partido en el poder, “la presidencia se disminuyó y los gobernadores se volvieron muy importantes”.
“[Los gobernadores] lograron ‘robarle la chequera’ al secretario de hacienda a principios de la primera década de este siglo”.
El doctor Rubio indica que la reconcentración del gasto público y la limitación de los gobernadores por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador no es nuevo, pues antes ya lo había intentado el expresidente Enrique Peña Nieto.
“Mucho del gasto que usaron los gobernadores en estos años se mal usó, se usó para propósitos personales, se corrompieron o se utilizó para campañas presidenciales, y el más exitoso en ese sentido fue Peña Nieto”.
Sin embargo, el analista político resalta que el conflicto que se está viendo actualmente con los 10 gobernadores que están amenazando con retirarse del pacto federal “es algo fundamental y trascendente”.
“Si se resuelve el conflicto entre los gobernadores y el gobierno federal sería a través de un acuerdo nacional y un nuevo arreglo fiscal de cómo se van a repartir el dinero”.
En opinión del experto, “el gobierno federal ya no controla todo y no puede controlarlo todo, se requiere un arreglo distinto en el cual los gobernadores recauden más dinero y sean responsables de él”.
Luis Rubio cree que de no llevarse a cabo un nuevo acuerdo, es posible que muchos estados empiecen a amenazar con retirarse de la federación e incluso dar origen a movimientos separatistas.
“Es necesario empezar a pensar cómo reorganizar la relación entre el gobierno federal y los gobiernos estatales para un país que tiene varias características clave”.