Luis Rubio reflexiona sobre las elecciones del pasado domingo donde se eligió al nuevo presidente del Banco Interamericano para el Desarrollo, donde México postuló a Gerardo Esquivel, pero ganó el candidato brasileño, y cuestiona la reacción nacional sobre la decisión.
Rubio explica que el Banco Interamericano para el Desarrollo es “un banco importante para la región porque es una fuente importante de financiamiento sobre todo para infraestructura, para gasto social, que son trascendentes para cualquier país y han sido muy importantes para México”.
Y señala que el gobierno mexicano “postuló primero a una potencial candidata, a Alicia Bárcena, quien después se retiró y en segundo lugar postuló a Gerardo Esquivel“, sin embargo, “ganó un candidato postulado por el gobierno brasileño”.
No obstante, Rubio señala que “el gobierno mexicano reaccionó muy mal ante la derrota del candidato mexicano. Primero que nada decidió anunciar que como siempre había ganado un neoliberal”.
“La verdad es que los bancos sean de desarrollo o sean de cualquier tipo, son instituciones que no se pueden administrar más que de una manera profesional y técnicamente competente. El gobierno mexicano con su descalificación muestra que no tiene claro para qué sirven los bancos o por qué son importantes y sobre todo por qué es importante cuidarlos y mantenerlos técnicamente saludables como de hecho hace el gobierno con las finanzas públicas, el principio es esencialmente el mismo”.
Además, el especialista señala que hay dos elementos que son fundamentales de lo que ocurrió en las elecciones del Banco Interamericano de Desarrollo y que no hay que despreciarlos:
“El primero el más simple y el más obvio es que el gobierno mexicano realmente no hizo absolutamente nada para promover la candidatura del candidato mexicano, mientras que los demás países se movieron, hicieron alianzas, trabajaron unos con los otros para tratar de convencer y obtener los votos, como ocurre en cualquier cualquier elección, ya sea grande o chica”, dice Rubio.
“México básicamente se mantuvo a un lado dejando que las cosas ocurrieran por sí mismas como si por historia o por preferencia, los otros gobiernos actuarían como al gobierno mexicano le hubiera gustado”.
“La otra cosa que es muy reveladora, es que el candidato brasileño fue postulado por el gobierno saliente de Jair Bolsonaro, porque el gobierno del presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva también apoyó la misma candidatura con lo cual demostraron que había un profundo profesionalismo en la nominación de candidatos, una comprensión de cómo funcionan estas organizaciones y sobre todo una decisión de Estado, no de gobierno”, aseguró el experto.
“Un gobierno saliente y un gobierno entrante, que pueden tener muchas diferencias como demostraron en la elección que tuvo lugar en ese país, pero que no tiene ninguna diferencia en cuanto a la postulación para instituciones internacionales en su política exterior”.
Luis Rubio concluye que “podríamos aprender un poco el profesionalismo, de la seriedad y sobre todo la profundidad de las convicciones de cada país”, porque “nos vimos realmente mal en estas circunstancias”.