Luis Rubio dice que típicamente hay dos maneras de concebir el poder del Gobierno: uno es verlo como el poder de la Presidencia y el otro es verlo como el poder del Estado.
“No es una diferencia nada más semántica, cuando uno habla del poder de la Presidencia, estamos hablando del poder de una persona y su oficina y cuando estamos hablando del poder del Estado estamos hablando del conjunto de los órganos gubernamentales que incluyen los tres poderes: judicial, legislativo y ejecutivo”.
Luis Rubio
Nuestro analista menciona que cuando el presidente envía una serie de reformas que pretenden modificar de manera radical la estructura constitucional de México y lo que el presidente quiere es que la Presidencia sea omnipotente, que pueda decidir de una manera definitiva cómo se va a estructurar el gobierno del país en el futuro y por lo tanto como funcionaría.
Luis Rubio asevera que hoy en día tenemos la concepción originalmente de los tres poderes de Montesquieu, que lo que busca es que se equilibren y que sean contrapesos entre ellos.
El analista destaca la propuesta del presidente para elegir a los ministros de la Corte a través del voto o que una mayoría absoluta esté garantizada para la Presidencia, para todo fin práctico, lo que tenemos es un solo poder, el poder de la Presidencia.
“Es muy peligroso para el futuro del país, porque no se trata de proteger a una persona, pero no sabemos quién estará dentro de 5 o 50 años y las constituciones tienen por objetivo crear condiciones para que todos los ciudadanos del país participemos y tengamos garantías de que nadie va abusar de nuestros derechos”.
Luis Rubio
El analista dice que en ese sentido la idea del presidente de concentrar todavía más poder, ya no para él, sino para la Presidencia en el futuro debería ser rechazado directa y brutalmente por el Congreso, Senado y por el poder Judicial porque “no hay otra manera de asegurar que como ciudadanos tengamos derechos hoy y en el futuro”.
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