Luis Rubio reflexiona sobre lo ocurrido el viernes pasado, cuando el gobierno federal emitió un decreto por medio del cual, toma el control de una vía férrea que hasta este momento estaba siendo operada por Ferromex, una empresa privada que era concesionaria del Gobierno.
Rubio explica, que “en México las vías de ferrocarril son propiedad de la nación, pero son mantenidas y explotadas para fines de desarrollo del sistema ferroviario por empresas privadas”.
“Áreas concesionadas son sobre todo vías de comunicación como: ferrocarriles, carreteras, telefonía, etcétera”.
Luis Rubio, analista
Pero, señala que “esta acción implica un cambio de dirección muy significativo en el manejo de las relaciones entre el sector privado y sector público en las áreas concesionadas”.
“Esta decisión del Gobierno y la manera como se hizo lo que hace es que la percepción entre los actores, los llamados agentes económicos, inversionistas, empresarios es que el gobierno expropió la vía de comunicación, expropió el ferrocarril”.
Luis Rubio, analista
Esto, dice el experto, “tiene implicaciones grandes en las percepciones”, toda vez que “las percepciones son clave para que se consolide la inversión. Porque la inversión es fundamental para que haya más crecimiento económico, mayor producción, mayores empleos, mejores ingresos, etcétera”.
El analista cree que “al afectar las percepciones de los inversionistas, el gobierno no avanza en la posibilidad de que el desarrollo del país se vaya consolidando”.
Sobre ¿por qué lo hace?, nuestro colaborador dice que en su opinión el gobierno puede hacerlo por distintas razones como:
“Lo hace en parte porque el negocio potencial del Istmo de Tehuantepec va a ser muy distinto, mucho más grande de lo que era cuando no había o no estaba concluida la conexión Interoceánica entre el Pacífico y el Golfo de México, a través de estas nuevas vías que se están instalando. Lo cual permitía crear condiciones para una nueva negociación con la empresa concesionaria”.
Luis Rubio, analista
O bien, porque “simplemente el Gobierno quiere como ha hecho en otros casos, someter a las empresas privadas a sus propios designios”.
“Cualquiera que sea el caso, lo que es evidente es que no hay ninguna preocupación en el gobierno por las percepciones o por las consecuencias de sus actos”.
Luis Rubio, analista
Finalmente, Luis Rubio dice que el caso de Ferromex esto “lo que va a hacer es crear un entorno todavía más hostil y más complicado en los mercados de inversión que son a final de cuentas los únicos que los pueden sacar del hoyo en el que está el país”.
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