El gobierno que no quiere aprender de los errores del pasado
Luis Rubio explica que el gobierno parece no querer de los grandes errores del pasado al desarrollar su política actual.
El analista señala que uno de los grandes mitos de la historia es que el ser humano tiene la capacidad de aprender de sus errores. En teoría, los gobiernos, al estar formados por personas, también deberían ser capaces de corregir sus equivocaciones y evitar caer en los mismos fracasos del pasado.
Sin embargo, Luis Rubio señala que esto no parece ser el caso del gobierno mexicano actual, que insiste en repetir fórmulas que ya han demostrado su fracaso.
“Uno supondría que los gobiernos aprenden en el curso del tiempo, y más aún un gobierno que tiene historiadores, que cuenta con personas que pueden estudiar qué pasó antes, qué pasó después y cuáles fueron las consecuencias. Pero el gobierno mexicano no parece ser uno que haya aprendido ni que esté dispuesto a aprender de las lecciones del pasado”
Luis Rubio
La administración actual ha decidido revivir proyectos empresariales estatales que ya en el pasado mostraron ser ineficientes y generadores de corrupción.
“Estamos entrando en una era en la que el Gobierno quiere volverse otra vez empresario. Ya tenemos ejemplos recientes: aerolíneas, un intento de revivir dos muertos que son la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Pemex. Especialmente Pemex, que está casi muerto, y aun así están intentando crear una empresa dedicada a la construcción y desarrollo de automóviles”.
Luis Rubio
La historia de las empresas estatales en México y en el mundo es una historia de fracasos. Los gobiernos, ya sean de países ricos, pobres, socialistas o capitalistas, han demostrado ser malos empresarios.
“México perdió mucho dinero en el pasado. Hubo enorme corrupción en todas las empresas paraestatales que existieron y que siguen existiendo, y las que están creando nuevas o recreando bajo estas nuevas circunstancias repetirán los mismos errores”.
Luis Rubio
El gobierno actual parece estar guiado por una teoría errónea basada en el programa Apolo de Estados Unidos, que logró llevar al hombre a la Luna.
El gobierno mexicano parte de la idea de que, si el programa Apolo fue resultado de una decisión gubernamental de concentrar recursos y capacidades, entonces ellos pueden hacer lo mismo. Sin embargo, lo que realmente hizo el gobierno estadounidense fue crear las condiciones para que las capacidades tecnológicas y científicas se desarrollaran a través de empresas privadas.
Rubio señala que los gobiernos exitosos no se dedican a ejecutar proyectos empresariales; se enfocan en crear las condiciones necesarias para que la iniciativa privada pueda desarrollarlos.
El gobierno, dice Rubio, debería enfocarse en sus verdaderas funciones: crear políticas públicas que mejoren la vida de las personas y no desperdiciar recursos en proyectos que solo perpetúan errores históricos.
“Los gobiernos sí son buenos para ver hacia el futuro, para pensar en las cosas importantes, para tener una visión desapasionada y sin intereses particulares. Lo que deben hacer es crear condiciones para que las mejores personas, las mejores empresas, las mejores mentes y oportunidades se desarrollen por quienes quieren hacerlo, pero corriendo su propio riesgo, no con el riesgo financiero y político de toda la sociedad”.
Luis Rubio