“Dice un dicho que ‘no hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla’ y el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador está empezando a acercarse a esa fecha perentoria al final de su sexenio”, esto es lo que dice el analista Luis Rubio en su reflexión de este lunes sobre el actuar del mandatario mexicano en la última etapa de su gobierno.
Y es que, Rubio asegura que “si bien aún quedan varios meses [de gobierno] y en esos meses todavía puede haber un enorme número de iniciativas, cambios, retórica, acusaciones, ataques o lo que sea, el plazo se cumple para todos los gobiernos”.
Si bien, para el experto, éste es un tiempo en el que “todos los presidentes intentan crear condiciones para el futuro, para garantizar que sus iniciativas se mantengan y el presidente López Obrador ha sido simplemente mucho más enfático y mucho más enérgico en este sentido”, lo cierto es que “la idea, claramente, es la de cercar a la sucesora, sea ésta la que él prefiere o la otra”.
“El punto de fondo es que todos los presidentes sueñan con ser relevantes, con tener poder, con tener influencia en la sucesión presidencial, y ninguno lo ha podido lograr”.
Luis Rubio, analista
Nuestro colaborador cree que el presidente perderá relevancia “en el momento en que el presidente pierda su micrófono, es decir pierda la mañanera, su capacidad de influencia va a disminuir grandemente” y explica por qué:
“La era política del país durante el siglo XX, que es de la que él emana, es sumamente clara en indicar que, los presidentes no pueden preservar su capacidad de influencia porque las circunstancias cambian y porque el poder no se puede compartir”.
No obstante, plantea que “dado que la [persona] que él quiere que lo suceda es muy leal a él, se puede esperar que ella quisiera seguir sus pasos, pero el poder no funciona así”.
“Ello le tardará algunos días en aprender la lección, pero tarde o temprano lo tendrá que hacer y lo va a hacer porque no hay ninguna otra posibilidad en un sistema como el que nos caracteriza”.
Luis Rubio, analista
“Ojalá tuviéramos un sistema mucho más institucionalizado que le diera lugar a cada una de las partes en esto, tanto al presidente saliente y al entrante como ocurre en las naciones europeas, en Estados Unidos o en Canadá, pero ese no es el caso. En México como dicen los ingleses ‘el rey ha muerto y la reina viva para el futuro’”, agrega el analista.
“Eso es lo que va a pasar en México al final del año, ¿quién ganará?, eso depende de las circunstancias de las campañas, de las contiendas de aquí a junio y de ahí en la manera en cómo evolucionan las cosas desde el 2 de junio en adelante”.
Luis Rubio, analista
Finalmente, Luis Rubio sostiene que “el punto de fondo es que tendremos una presidenta nueva el primero de octubre, sea quien sea ésta, y va a ser una persona que va a tener que ‘ponerse los pantalones’ de inmediato y actuar como la jefa de un gobierno y un Estado sin interferencia de nadie del pasado”.
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