La Cumbre de las Américas a la que ha invitado el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, tendrá lugar la semana próxima, por ello el doctor Luis Rubio reflexiona sobre la posición que ha adoptado el presidente Andrés Manuel López Obrador respecto de este encuentro y lo que esto significa para la relación binacional.
“[La Cumbre de las Américas] es un encuentro que ha sido terriblemente disputado, primero porque no se ha invitado a todo el mundo y porque aparentemente ha habido asuntos logísticos en la manera de invitar y no es claro quiénes están invitados”.
Según Rubio, esto ha dado lugar a que varios presidentes, incluyendo al mandatario mexicano, argumenten que no ha sido debidamente invitado o que todavía no tiene claro si tiene invitación.
“Todo esto ha servido para un juego en el cual el presidente López Obrador ha cobrado una inusitada función como líder de los que no son invitados, de países que muchas veces son impresentables como Venezuela y Nicaragua y también Cuba”.
Lo importante de esto para el analista es que “el presidente está jugando con fuego”, y destaca que “ésta ya no es la etapa que teníamos hace seis meses, un año o dos”.
“La idea de que si la gente no asiste y se van con la alternativa que aparentemente es la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que el presidente argentino está convocando para junio, y que eso no va a tener consecuencias, es absolutamente absurdo”.
Y es que, el experto sostiene que “el mundo cambió con la invasión de Ucrania y las consecuencias las vamos a sentir y nadie las va a sentir tan fuertes como México, por una razón simple, México es frontera y dependemos brutalmente de la economía americana en términos del crecimiento de nuestra economía”.
“Tenemos el gran privilegio de tener más crecimiento que otros países latinoamericanos por la simple razón de que tenemos exportaciones garantizadas hacia Estados Unidos. En términos manufactureros, en Latinoamérica no hay nadie que iguale a México, somos por mucho la potencia exportadora de la región y cada vez con exportaciones más sofisticadas”.
Finalmente, Luis Rubio advierte que “estar jugando con fuego con este tipo de jugarretas y amenazas va a llevar a que pongan en jaque nuestras exportaciones o a tener sanciones”.
“No es un tipo de cosa con las que deberíamos estar jugando porque las consecuencias pueden ser terribles para México, el presidente, el futuro del país, y por tanto para cada uno de los mexicanos. El jugar con fuego acaba con la posibilidad de que nos quememos”.
