Diferencias entre el TLCAN y el T-MEC. “Ya tenemos un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, ahora la pregunta es ¿éste Tratado va a ser una diferencia enorme respecto al anterior en términos del crecimiento de la economía y de elevar los niveles de vida de todos los mexicanos?“, esto es lo que Luis Rubio trata de responder con su análisis sobre la entrada en vigor del T-MEC.
“La realidad es que los tratados, tanto el anterior como el actual son solamente reglas del juego para que podamos tener mayor comercio entre los tres países, todo lo demás depende de políticas públicas de cada uno de los gobiernos”.
Luis Rubio, analista.
Por lo anterior, nuestro colaborador destaca que la diferencia en la existencia de mejores condiciones para México dependerá del gobierno de Andrés Manuel López Obrador:
“Si el gobierno de López Obrador va a hacer un esfuerzo para mejorar la distribución del ingreso, si va a permitir que haya inversión más atractiva en el país, si va a permitir el desarrollo de la educación en México para que la inversión que venga a México sea de mayor valor agregado, todo eso dependerá del gobierno mexicano no del Tratado de Libre Comercio”
Y acentúa que “el Tratado es solamente un instrumento que permite crear condiciones generales para que el país prospere en materia de comercio exterior”.
El doctor Rubio explica que el tratado anterior permitió elevar dramáticamente las exportaciones y los ingresos de las personas que están asociadas directamente ligadas al comercio internacional; por ello indica que “el éxito o fracaso del T-MEC no dependerá de más o menos exportaciones sino de las políticas públicas que se hagan para atraer más inversión, elevar el nivel educativo de la población y de juntar a las empresas bajo la misma lógica de una economía internacional cada vez más competitiva y productiva”.
Sin embargo, señala que el gobierno actual hasta ahora no se ha distinguido por mejorar los niveles de vida de la población, de ahí que la “gran apuesta es que el gobierno cambie su manera de ser”.
Y deja abierta la pregunta a los lectores:
“Usted dígame si lo va a hacer o no, y si lo hace sumémonos porque sería la mejor noticia que pudiéramos todos tener”