Luis Rubio dice que los ciclos políticos son parte de la vida natural de los países, entra un gobierno nuevo y comienza hacer inversiones en todos los sentidos y construye proyectos.
“Estamos en el momento álgido del ciclo político en México, en el punto más alto en el cual el presidente va llegando a su clímax y de ahí comienza la siguiente etapa; normalmente es una pendiente negativa”.
El analista menciona que al cercarse la sucesión presidencial empiezan los proyectos, las disputas, las discusiones sobre lo que debe de seguir en el futuro; es lo normal, va de subida y de bajada, dice Rubio.
“La pregunta sobre este sexenio es pertinente: ¿va ser más más dura la bajada o sería como siempre, una bajada normal, lenta”.
Rubio recuerda que el sexenio pasado pintaba para ser uno de esos que iban acabar a “tambor batiente” con una pendiente muy estrecha y menciona los casos de 2014: la Casa Blanca y Ayotzinapa, el gobierno de Peña Nieto se “colapsó” y se cuestiona qué pasará con el gobierno actual.
“Hay que observar lo que hay en el panorama. El presidente ha invertido en tres grandes proyectos: la refinería, el aeropuerto y en el tren maya, ninguno de ellos va a generar grandes fuentes de riquezas nuevas”.
Además, señala que el presidente ha invertido en sus “mañaneras”, en mantener su base política, la cual sigue fuerte.
“El presidente tendrá una base dura en los próximos años y tendrá muy poca razón para esperar apoyos importantes del resto de la sociedad, entonces tendremos una pendiente negativa más pronunciada que en otros sexenios”.
El analista dice que este escenario hará más disputado, complejo y cerrado el resultado del año 2024.
Rubio también se pregunta qué pasará con la economía y con oposición porque mucho “gente vota con el bolsillo”.
“Tenemos tres años muy importantes, pero también muy candentes y complejos”.