El doctor Luis Rubio asegura que “una de las cosas más extrañas” que ocurrieron en la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que se llevó a cabo en el Palacio Nacional el pasado 18 de septiembre, “es la noción de crear una Unión Europea en América Latina”, y explica por qué no es una buena idea.
En primer lugar, Rubio señala que “ésta noción de la CELAC implica y revela que el país que lo propuso realmente no conoce lo que es la Unión Europea”.
“La Unión Europea se creó por países y líderes políticos de una región que había sufrido una guerra terrible, la mayoría eran democracias incipientes, otras consolidadas, que querían preservar su democracia, tener amarres suficientes de tipo económico para que no hubiera motivaciones para conflictos bélicos entre ellas”.
Y resalta que “también era muy importante que hubiera un proceso continuo y creciente de integración económica, social y eventualmente política”.
Para nuestro colaborador, lo que tiene la Unión Europea a diferencia de lo que tienen tratados como el que tiene México con Estados Unidos y Canadá o con Europa, es que éste es un Tratado abierto”.
“Es un tratado que va continuamente cambiando y acrecentándose, pero tiene características comunes, sobre todo en cosas como por ejemplo: hay un arancel común para todo el resto del mundo, es decir, no hay aranceles entre los países dentro del grupo, pero tienen un arancel idéntico, no importa si uno está exportando hacia Italia o hacia Irlanda, tienen el mismo arancel”.
Mientras que en América Latina, dice el experto, cada país tiene una estructura industrial distinta, “todos competimos por las mismas cosas”.
“Por ejemplo, Brasil y México tienen economías bastante similares, producen el mismo tipo de cosas, entonces en vez de complementarse, compiten entre ellas”.
El analista destaca que “la razón por la que México tiene un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá es porque son economías complementarias”, y explica por qué.
“Lo que producimos en México no se produce en Estados Unidos o casi no se produce allá y ciertamente no se produce en Canadá, y viceversa, lo que necesitamos nosotros no lo producimos aquí pero podemos importarlo de esos países”.
Y agrega que, además de “la geografía que es mucho más cercana y estrecha con Estados Unidos y Canadá, de lo que es con Chile, Argentina o Bolivia, la diferencia entre un tratado como el que tiene México con el norte es que crea condiciones para el país a paso veloz”.
“Por lo que no hay manera de que pudiéramos tener un arancel común con Brasil y Chile y al mismo tiempo tener un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá.”
En conclusión a la noción nacida en la CELAC de crear un bloque como la Unión Europea, Luis Rubio asegura que “hay muchas cosas que se pueden hacer con los países del sur, pero la idea de integrarnos económicamente con ellos no es la más obvia”.