El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene una visión clara, definida y muy distinta sobre la que ha privado las últimas dos o tres décadas sobre la función de las organizaciones civiles y sociales que hay en México, por eso el doctor Luis Rubio hace un análisis sobre la ley en esta materia que se discute en las Cámaras.
El experto señala que “en general en las sociedades occidentales democráticas, las organizaciones civiles son cruciales para el funcionamiento de la democracia” y lo son por tres razones, que explica:
- Realizan trabajos que no hace el gobierno.
- Analizan la actividad del gobierno y hacen una función de contrapeso e información para la sociedad.
- Son una manera en la que la sociedad se expresa a través de diversas maneras.
“Así tenemos organizaciones que ayudan enfermos, que ayudan a niños sin padres, que ayudan a madres solteras, que publican diversos estudios sobre los problemas en México, en fin una son una serie de organizaciones que son apoyadas por empresas o personas en la sociedad civil”.
Sin embargo, nuestro colaborador señala que “el presidente López Obrador cree que todo eso tiene que realizarlo el gobierno”, y la manera en la que el presidente quiere limitarlo es haciendo no deducibles los donativos que reciben esas organizaciones, indica.
“Uno podría pensar que las empresas o las personas físicas podrían donar sin tener una deducibilidad y es ciertamente es posible, pero el objetivo del desarrollo de un país, es el ser integral y por eso la deducibilidad es parte del proceso que casi todos los países del mundo permiten esas circunstancias”.
En tanto que el Senado va a discutir esta ley esta semana, el analista señala que “es la única y última oportunidad para modificar lo que aprobó el Congreso, como dice el presidente, ‘sin cambiarle ni una sola coma'”.
Y es que en opinión de Luis Rubio éste “es un momento y resolución importantes que van a marcar la naturaleza de los próximos tres años para México”.
“No es bueno comenzar con esta clase de rijosidad que ha venido en los últimos años, pero que en la medida que se acerca el fin de sexenio va a ser más complicado porque el control que va a tener el presidente cada vez va a ser menor”.