El doctor Luis Rubio analiza la actual situación que se vive en México sobre quienes aspiran a contender por la Presidencia de la República en 2024 y la forma en que AMLO, está actuando al respecto, algo que el experto califica como: “judicializar la política, y politizar la justicia”.
“La lucha por el poder es algo normal en cualquier sistema político y en cualquier gobierno. Es absolutamente legítimo que los participantes del gobierno, la oposición o la sociedad quieran ser gobernantes y hagan política para lograrlo”.
Sin embargo, el experto destaca que “algo nuevo e incluso excepcional” está ocurriendo en la política mexicana, y es que según Rubio el gobierno está tomando decisiones tempranas en materia de sucesión presidencial y que “están pensando en los instrumentos políticos y sobre todo judiciales para perseguir personas, políticos, empresarios y otros grupos de la sociedad”.
“Esto, con objetivos políticos, aunque utilizando argumentos judiciales, por la corrupción o por alguna acusación de carácter criminal”.
Nuestro colaborador opina que “el presidente Andrés Manuel López Obrador no tiene más proyecto que permanecer en el poder y lograr una concentración de éste cada vez más grande”, lo cual se traduce en acciones judiciales y políticas cada vez más intensas.
“Ese es el radicalismo que está caracterizando al presidente, no tanto en la economía u otros ámbitos que podrían ser, por eso está judicializando la política, y politizando la justicia”.
El analista asegura que esa es la razón por la que se ataca a funcionarios de otros gobiernos y se amenaza con acciones que no son justificadas y que deberían pasar por un juez.
Para Luis Rubio, el punto de fondo de que ya haya quienes aspiren a la presidencia de 2024 y del actual proceder del gobierno es que “será una etapa delicada porque será muy prolongada”.
Y estima que “será quizá una transición de tres años y no sólo de unos cuantos meses como normalmente ocurría”.
“Esto resulta paradójico porque la gente creía que AMLO quería quedarse 12 años, virtualmente acabó su gobierno en tres años”.