Este fin de semana se viralizaron fotografías, tomadas supuestamente el sábado 9 de octubre, en las que aparece Emilio Lozoya comiendo en un lujoso restaurante ubicado en Las Lomas, en Ciudad de México.
Cabe recordar que el pasado mes de agosto, un juez decidió ampliar hasta noviembre los plazos de investigación sobre Emilio Lozoya en los dos casos en los que está procesado: uno, por recibir sobornos de Odebrecht, y otro, por la compra-venta fraudulenta de una planta de fertilizantes.
Para nuestro comentarista, Lozoya aportaría una serie de evidencias y de pruebas para incriminar a los participantes de la corrupción durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, pero la realidad es que no ha habido pruebas sólidas que permita el avance de las investigaciones de la Fiscalía.
Lo que vemos son estos despliegues de gran suficiencia de un hombre que se percibe por encima de la ley, que se pasea con absoluta tranquilidad en un espacio público.
Jesús Silva-Herzog, analista político
Para el analista político eso demuestra, pues efectivamente, el hecho de que no se tiene una Fiscalía que esté cumpliendo con su encomienda.
Antiguos funcionarios se siguen percibiendo por encima de cualquier obligación jurídica. Entonces el rasero de la ley no es el mismo para todo el mundo.
Jesús Silva-Herzog, analista político