Acapulco devastado tras paso de huracán Otis. Críticos acusan inacción y falta de preparación
El huracán Otis, que tocó tierra en la zona turística de Acapulco el pasado 29 de octubre, dejó una devastación sin precedentes en la ciudad.
Las fuertes lluvias y vientos provocaron el colapso de edificios, la destrucción de viviendas y la interrupción de los servicios básicos. De acuerdo con las autoridades, al menos 48 personas murieron y varios desaparecidas.
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El paso del huracán también agravó la situación de seguridad en Acapulco, una ciudad que ya enfrenta altos índices de violencia. En los días posteriores al desastre, se registraron saqueos y actos de vandalismo.
Críticas al gobierno
La inacción del gobierno federal y estatal ante el desastre ha sido ampliamente criticada. En su partiipación semanal, Jesús Silva acusa a las autoridades de no haber tomado las medidas necesarias para proteger a la población y de no haber respondido de manera adecuada a la emergencia.
“Se alertó con mucha discreción, apenas un aviso en Twitter por parte del presidente de la República. Y yo creo que ahora lo que estamos viendo pues también este gobierno esta rebasado”.
También se mencioná la actitud de la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández, quien celebró su cumpleaños el mismo día que el huracán tocó tierra en Acapulco.
Recuperación de Acapulco será compleja
La recuperación de Acapulco será un proceso largo y complejo. La ciudad enfrentará desafíos económicos, sociales y de seguridad.
“La recuperación del puerto de Acapulco será infinitamente más compleja de lo que fue la recuperación del Distrito Federal en 1985”, dijo Jesús Silva “Tenemos una dependencia de este puerto, de los turistas, de los visitantes y pasarán muchísimos meses en que la gente se reanime nuevamente a visitar el puerto”.
La recuperación de Acapulco será un desafío.
“El impacto que tendrá la presencia del crimen organizado será muy fuerte”, dijo. “Acapulco ya enfrenta una situación de violencia muy grave y el huracán Otis solo la agravará”.
El futuro de Acapulco es incierto. La ciudad enfrenta un enorme reto para reconstruirse y para recuperar su atractivo turístico.
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