La llamada “Marcha por la Democracia” o en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) fue este domingo 13 de noviembre, en CDMX y otros estados. Los asistentes protestaron en contra de las últimas Reformas Electorales.
El Instituto Nacional Electoral es un sistema y órgano electoral, producto de una larga lucha por la democracia que se prolongó por décadas.
La sociedad civil y las y los actores políticos han delineado y perfeccionando, tras casi cuatro décadas, las reglas del juego democrático y una institución eficaz y profesional que ha permitido que, a través de las elecciones, cualquiera pueda obtener el triunfo, pues son las y los ciudadanos los únicos que lo deciden con el poder de su voto y haciendo uso de su INE.
Si embargo, se presentó una iniciativa donde se propone la reducción en el número de diputados y senadores, disminución del financiamiento a partidos políticos y reducción de los minutos diarios para promocionales de los partidos.
Por dichos cambios, con pancartas y vestidos con playeras rosas, los manifestantes salieron a las calles gritando “México, México, México, México” y “El INE no se toca”
Nuestro analista político, Jesús Silva Herzog-Márquez opina que “El INE no se toca” es un lema que pegó y un lema extraño porque todas las Instituciones políticas deben “tocarse” es decir, deben ser sometidas a una revisión.
Todas las instituciones políticas, todos los procesos políticos, han de estar sujetos a una revisión constante. Debemos revisar la Presidencia, debemos revisar el Congreso, los Tribunales. Pero el éxito de esta fórmula es que sintetiza el hecho de que hay un símbolo democrático, un símbolo de la transición democrática, que es este organismo constitucional, este organismo autónomo en donde se refleja la pluralidad del país.