La movilización por la defensa del INE se concentró en las calles del primer cuadro de la Ciudad de México: 20 de noviembre y Madero se convirtieron en el principal punto de acceso a la plancha del Zócalo, donde, vestidas en su mayoría de rosa y blanco, cientos de miles de personas se colocaron frente a Palacio Nacional, el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, Catedral y los Portales.
Jesús Silva-Herzog Márquez asegura que fue una novedad cívica muy relevante, porque es, en efecto, una movilización en defensa del orden constitucional.
No es una manifestación con tintes de apoyar a un partido político, de apoyar una candidatura, de salir en exigencia de aumentos salariales o una denuncia de algún escándalo de corrupción o de violencia
Afirma que tuvo un mensaje que es elemental: respetarse la Constitución, porque la Constitución, es esa plaza, es ese lugar en donde pueden converger personas que se identifican con una posición con otra, que pueden estar en el norte o en el sur, que pueden asociarse, vincularse con un grupo político o con otro.
Y esa es, a mi juicio, la frescura de la movilización de ayer, que es un una manifestación, una movilización para que se respete la ley fundamental, que es el espacio en donde todos hemos de coincidir.