Por el Día Internacional de la Mujer 2021, diversos colectivos feministas y organizaciones civiles convocaron, este lunes 8 de marzo, a una marcha en la Ciudad de México (CDMX), para manifestarse en contra de la violencia de género y los feminicidios.
Lo que resulta muy llamativo en la reacción, en el reflejo del gobierno de la República y particularmente del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), es la incapacidad para entender la fuente del agravio al género femenino; el origen de la indignación, de la rabia, de tantísimas mujeres en México.
Jesús Silva-Herzog opina que hay una fuerte obsesión por ubicar todo el conflicto que existe en México, todos los litigios que se puedan presentar en el país, a partir del eje del propio liderazgo de AMLO.
Y en ese sentido, si no se trata de un movimiento para celebrarlo, él ubica al movimiento feminista como un movimiento que responde a los intereses de la antigua mafia en el poder, de los conservadores que no están dispuestos a perder sus privilegios.
El presidente lo ha dicho reiteradamente y lo confirmó el día de hoy, que no tiene esta capacidad para entender la fuente de la indignación de las mujeres.
El movimiento no nació hoy; esta nueva ola de rabia feminista, sin duda, no tenía un origen anti López Obrador.