A finales de agosto pasado, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, designó al tabasqueño Adán Augusto López Hernández como titular de la Secretaría de Gobernación, en sustitución de Olga Sánchez Cordero.
En la opinión de Jesús Silva-Herzog, el secretario tuvo un buen inicio y desempeño, llegó con propuestas y como un mediador y conciliador, sin embargo, las cosas han cambiado en últimas fechas.
Al llegar a Segob, Adán Augusto llegó con una propuesta de conciliación, de alguna manera de ser un puente, de entablar vínculos constructivos con todas las fuerzas, con todas las fuerzas políticas. Y me parece que a partir de hace unas cuantas semanas lo que vemos nosotros no es a un secretario de Gobernación que cumpliría, pues, las funciones de un ministro del Interior, sino de un candidato que hace campaña desde la Secretaría de Gobernación.
Adán Augusto López se ha enfrentado en los pasados días a asuntos como la necesidad de mantener a las Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública, sobre todo en municipios y estados donde ha fallado en la estrategia para contener la violencia.
Dijo que para enfrentar el problema de inseguridad en este momento no existe ninguna institución mejor capacitada que la Guardia Nacional; Adán Augusto López, insistió en que el gobierno no está militarizando al país; el mando de las Fuerzas Armadas lo tiene un civil: el presidente de la República.
Temas así o con gobiernos locales, habla de un secretario que está dejando de lado, el trabajo en conjunto con todos los demás estados de la República Mexicana
Y me parece que eso es delicado, porque particularmente en los asuntos de los que está hablando el secretario de Gobernación, pues no podemos tener una política desde el Gobierno que antagonista a los gobiernos locales. Lo que necesitamos es que trabajen juntos el secretario de Gobernación, la secretaria de Seguridad Pública, la Guardia Nacional, con todos los gobiernos locales sin preguntar cuál fue el partido que los postuló a sus cargos.
El tema de la inseguridad en México se ha politizado reciente a la discusión sobre la militarización del país.