El presidente Andrés Manuel López Obrador declaró “de interés público y seguridad nacional” la realización de proyectos y obras de infraestructura a cargo del Gobierno federal; lo mismo aplica para los considerados como prioritarios o estratégicos para el desarrollo.
Con esta medida, el gobierno busca evitar que las obras emblemáticas, como el Aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de Dos Bocas o el Tren Maya, sean frenadas por amparos.
Para Jesús Silva-Herzog Márquez es un nuevo paso en la dirección incorrecta, que es la dirección de la de la militarización del país.
Creo que hemos vivido jornadas que pues remarcan esta trayectoria de la administración de Andrés Manuel López Obrador, en donde por una parte se nos anuncia la formación de una empresa pública a cargo del Ejército Mexicano, de las Fuerzas Armadas, donde no solamente se trata de encargarle estas funciones que has relatado, sino convertirlos en beneficiarios de lo que pueda extraerse de estas obras públicas.
Jesús Silva-Herzog Márquez
Afirma nuestro analista político que el mensaje inaceptable del secretario de la Defensa Nacional, cruza una línea que pone en duda la neutralidad institucional de las Fuerzas Armadas en la medida en que llama a la adhesión a un proyecto político, que es el proyecto de un gobierno, pero que de ninguna manera puede ser asumido como el proyecto de la totalidad del país.
Con el acuerdo que entró en vigor este martes 23 de noviembre, se pretende extraer del control jurídico toda acción del Estado mexicano sobre la infraestructura.