¿Qué ha pasado con “El Chueco” y el asesinato de los dos sacerdotes jesuitas y el guía de turistas?

Javier Solórzano dice que han pasado varias semanas desde que se dio el asesinato de dos sacerdores jesuitas en Chihuahua y un guía de turistas y lo que se sabe es que un delincuente iba persiguiendo al guía cuando aparecieron los sacerdotes para interceptarlo y éste les disparó y todo esto se dio al interior de la iglesia.

El periodista menciona que desde ese día han pasado dos cosas:

  • 1. Han buscado a “El Chueco”, sobrenombre de la persona quien habría asesinado a los dos sacerdores y al guía de turistas, por todos lados; han detenido a muchas personas pero no a él.

Solórzano asegura que esto llama a pensar a que “El Chueco” tiene un alto nivel de complicidad con las autoridades, sino, no se moverían a sus “anchas” o ya habría sido encontrado.

  • 2. El segundo asunto derivado de esto es el debate que se dio, que fue más adjetivado que de fondo, particularmente por el presidente.

El periodista recuerda que la congregación religiosa de los jesuitas hizo valer su opinión con todo derecho respecto al tema de la seguridad en el país y lo que ha venido pasando en este orden de circunstancias en donde la población ha sido afectada.

También señala que los jesuitas se la han pasado, buena parte de su vida, en comunidades donde hay situaciones adversas, complicadas y han sido un bastión para resolver problemas, para ser parte de una comunidad y ésta tenga un apoyo.

“El presidente acabó diciendo por qué no lo dijeron antes y por qué ahora sí dicen. Pero es que hoy las cosas están como no habían estado antes”.

Javier Solórzano

Solórzano dice que esto no quita la responsabilidad que antes hubiera una toma de consciencia de lo que pasaba, pero para decir que antes no se decían cosas respecto a las libertades, derechos humanos, feminicidios o circunstancias no procede por parte del presidente “no tiene la razón en este sentido”.

Además, el periodista recuerda que el presidente es un hombre religioso y sabe lo que significa el trabajo voluntario, de convicción, genuino de los jesuitas.

Para terminar, Solórzano enfatiza que seguimos saber dónde anda “El Chueco”, tema que se diluyó en la agenda, pero no hay que olvidar que hay tres personas asesinadas al interior de una iglesia y aún no se conoce quién fue el responsable directo “ya tenemos a la tía, a todo lo que rodea al “Chueco”, pero a él no”.

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