El periodista Javier Solórzano reflexiona en su videocolumna de este jueves, sobre el primer debate entre los candidatos a la presidencia de México, Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez, que se llevará a cabo el próximo domingo 7 de abril. Y cuenta cómo este tipo de eventos han cambiado o no las preferencias electorales a lo largo de la historia.
“Se ha dicho y creo que con razón que los debates poco cambian luego el rumbo del sentido que tiene el ciudadano sobre por quién va a votar, de no ser que pasen hechos excepcionales”.
Javier Solórzano, periodista
Sin embargo y muy a pesar de que, “hay muy pocos antecedentes que los debates se hayan cambiado mucho las cosas”, dice el experto.
Uno de ellos, narra Solórzano, es el que protagonizó Diego Fernández de Cevallos en 1994, y donde también participaron los candidatos Ernesto Zedillo (PRI) y Cuauhtémoc Cárdenas (PRD).
“Parecía que [Diego Fernández de Cevallos] ganó el debate de manera contundente. La gente lo vio muy bien. Pero al final en el segundo debate algo pasó que Diego Fernández Cevallos no mantuvo esa misma vehemencia y al final acabó desapareciendo del proceso electoral”.
Javier Solórzano, periodista
También hay antecedentes internacionales. Uno de ellos, dice nuestro colaborador es “el que hubo entre Richard Milhous Nixon y John F. Kennedy en los años 60´s en Estados Unidos”.
“Todo parecía indicar que Nixon podría ganar, pero algo pasó en el debate, particularmente la presencia, la certeza, el manejo del escenario por parte de John F. Kennedy y acabó ganando el debate, y ese debate se asegura, cambiaron mucho las cosas. De tener una desventaja Kennedy pasó a tener una ventaja”.
Javier Solórzano, periodista
No obstante, Javier Solórzano sugiere que “en general es difícil que cambien mucho”.
¿Para qué sirven los debates?
“Para la confrontación de ideas, para que se conozcan unos u otros, para que el ciudadano le dedique un rato a asomarse el domingo en la noche, a ver qué piensa una mujer, otra mujer, otro hombre respecto a lo que lo que se quisiera de país para los próximos seis años”, opina el analista.
¿Qué puede pasar en el debate?
“Es lógico que Xóchitl Gálvez tiene que pasar a la ofensiva, la clave es cómo pasa la ofensiva en donde parezca una mujer sensata, no parezca grosera y apunte exactamente a aquello que le puede doler a la candidata que lleva una franca ventaja. Jorge Álvarez Máynez, se va a asomar para que lo volteen a ver y para que sepan quién es, esa es la pura verdad”, dice Solórzano.
En cuanto a “Claudia Sheinbaum va a ser más bien pausada, ella entiende que, si va a ‘soltar las manos’ como se dice de manera doméstica, tendrá que ser en los siguientes debates. Pero en este primer debate, lo único que tiene que hacer es salir limpia, que se lleve dos o tres golpes, pero que logre solventar el asunto”, agrega.
“Para Xóchitl Gálvez es el gran reto. Cómo debe de hacerle para al tiempo de demostrar que lo que ha pasado estos años, no significa un diagnóstico preciso de país y un futuro para el país, ella lo puede ofrecer. Porque es muy fácil denostar de frente, es muy fácil al frente decirle tú no estás jalando, tú no estás funcionando, pero tú dime qué es lo que piensas hacer”.
Javier Solórzano, periodista
Javier Solórzano concluye su reflexión invitando a la ciudadanía a ver el primer debate presidencial y a votar el próximo 2 de junio.
“Échenle una mirada al debate, a ver qué ve, qué piensa. Será un debate en donde a lo mejor es un poco anticlimático por más que Xóchitl Gálvez entiende que debe de pasar a la ofensiva. Se está acabando el tiempo y la ventaja francamente entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez parece una tendencia difícil de revertir. Vamos a ver. Esto no se acaba hasta que se acaba, como se dice. Nos vemos el 2 de junio”.
Javier Solórzano, periodista
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