Javier Solórzano retoma el caso en el que se vio involucrado el tenista número uno Novak Djokovic a su llegada a Australia y posterior deportación de ese país.
“El serbio acudió a Australia para disputar uno de los cuatro grandes torneos de tenis que existen, lo dejan entrar, pero no está vacunado, y el país pide el esquema para poder ingresar; pero Novak es de los que piensa que el cuerpo necesita sanar solo”.
El tenista entró en esa dinámica desde que vivió su infancia en Serbia, señala Solórzano, y está con una mujer que piensa similar, y con quien ha hecho fuerza.
Las autoridades australianas le dan el pase, pero a la mera hora Djokovic reconoce que mintió para poder ingresar, le dio COVID-19 en diciembre pasado, esto acabó creando un estado muy fuerte, pero también se planteó el asunto: “vamos a permitir que alguien que no esté vacunado entre a nuestro país y esté en uno de los torneos más importantes”.
Solórzano recuerda que las reacciones no se hicieron esperar y el presidente de Serbia se le fue “encima” al primer ministro australiano.
Al final, Djokovic fue deportado, pero si Novak no pasa por las vacunas se podría perder los otros tres grandes torneos de tenis: el Roland Garros (Francia), Winbledon (Inglaterra) y el US Open (Nueva York).
El periodista menciona que Novak se “sobrevaloró” y pensó que por su estatus podría entrar a Australia, pero fue al contrario, al final es una persona que como “todos estamos en la misma dimensión”.
“Podríamos estar ante personas que se vuelven muy emblemáticos y sean retomados por los antivacunas”.