Javier Solórzano habla sobre la discusión que se ha generado en torno al tema de la libertad de expresión, por lo que es necesario definir dónde empieza y dónde termina.
Nuestro analista señala que la libertad de expresión no es un derecho absoluto sino un derecho relativo y explica que no se puede decir lo que uno quiera acerca de otra persona.
“Yo no puedo decir o insultar a alguien, argumentando que estoy en la libertad de hacerlo, no va por ahí, ya que estas cuestiones pasan por el asunto de los derechos de terceros”
Javier Solórzano
El periodista señala que el derecho a la libertad de expresión es relativo porque siempre hay matices que los determinan y explica que “hay quien dice que el presidente Andrés Manuel López Obrador dice lo que se le antoja, pero en ese sentido la sociedad lo hace de la misma manera”, comenta Solórzano
El presidente ha sido motivo de insultos y de críticas pero él también ha expresado ideas que tienen un efecto expansivo que no pasa con lo que dice cualquier ciudadano o medio de comunicación.
Javier Solórzano explica que todo lo que dice el presidente trasciende de una manera expansiva bajo dos escenarios: el primero, es porque son las palabras del ejecutivo, del presidente de todos los mexicanos; el segundo es porque encuentra trascendencia cuando sus palabras son interpretadas por sus seguidores.
Ante la situación actual sobre la libertad de expresión nuestro analista reconoce que estamos viviendo un momento que nunca antes se había visto en el país.
“¿Usted se imagina a Peña Nieto respondiendo como lo hace López Obrador?, cuando el expresidente a duras penas y podía responder; mientras que se Felipe Calderón solamente se quedaba callado; y las palabras de Vicente Fox se fueron diluyendo durante su sexenio”
Javier Solórzano
Es por eso que estamos viviendo un momento inédito en cuanto al tema de la libertad de expresión, donde “tenemos un presidente que no se queda callado, que siempre habla y su voz trasciende”, señala Javier Solórzano
El periodista señala que algo muy importante en el discurso de Andrés Manuel López Obrador es que siempre señala al pasado como una forma de gobierno, y que “ese pasado no puede ser responsable de muchas de las cosas que están sucediendo actualmente”.
No solo en el tema de la libertad de expresión, el presidente se ha centrado en medio de las discusiones tanto políticas como públicas, algo que Javier Solórzano prevé que ni siquiera las próximas elecciones puedan destrabar, por lo cual sugiere buscar formas o maneras de cohesión y de poder convivir en diferencia.