A poco un más de un mes de las elecciones del pasado 6 de junio, el reconocido periodista Javier Solórzano hace una reflexión sobre los sitios donde se gesta el poder en México y la relación de los grupos delincuenciales: el narcoestado.
A partir de conversaciones con clérigos, Solórzano apunta que dado que “las cosas están muy violentas en el país”, no es posible pasar por alto el siguiente cuestionamiento:
¿Cómo pudieron ganar las elecciones los presidentes municipales?
Toda vez que según testimonios, la delincuencia organizada estuvo presente durante los pasados comicios.
Nuestro colaborador asegura que el obispo de Chilpancingo, Salvador Rangel, indicó que incluso los candidatos quienes no ganaron las elecciones, también tuvieron acompañamiento de la delincuencia organizada.
“Habrá que ver hasta dónde se metió la delincuencia organizada con los partidos políticos que resultaron ganadores”.
En opinión del analista, en muchos estados podría ser posible utilizar el término de “narcoestado” y explica por qué:
“Es muy difícil no imaginar que en algunas zonas, la delincuencia organizada jugó un papel importante para apoyar a uno o a otro candidato”.
“Hoy una de las grandes batallas está en el uso de los presupuestos”, pues según las fuentes del comunicador, estás son departidas entre los gobernantes y los delincuentes.
“Esto es sumamente relevante, porque estamos ante una situación con tintes inéditos y la gran pregunta es ¿quién va a gobernar?”.
Por ello, Javier Solórzano cree que esta situación es sumamente importante dado que actualmente son muchos los grupos delincuenciales que se encuentran en el país.