Javier Solórzano menciona que el presidente dio más detalles, a través de sus funcionarios, sobre la reforma electoral que fue enviada al Congreso.
“El asunto está en que de repente hay una política marcada por el ahorro y esto tiene sentido para un país como México. La clave del asunto está en recordar que uno viene de un proceso de desconfianza de los procesos electorales”.
Solórzano dice que mantener toda la cadena de intento de control de que no haya ningún tipo de trampa, robo, presiones o de imposiciones en buena medida lo da la forma en cómo se ha construido el Instituto Nacional Electoral (INE).
El periodista señala alguna de las propuestas de la iniciativa de reforma, como reducir el número de consejeros, pensar en menos diputados y senadores o desaparecer los institutos electores estatales y concentrar todo en el centro.
Sobre este último punto, Solórzano asevera que esto le quita “la idea de república al país y además no se pueden concentrar las elecciones en el centro, porque entonces estaríamos cayendo de nuevo en lo que venimos (desde el centro se va determinando si en un estado o en otro las elecciones se llevaron bien o no, como si el propio estado no tuviera la anatomía para poder ejercerlo”.
Solórzano asevera que esto si es una de las “grandes discusiones”, porque es la que determina el rumbo-país”, porque de aceptarse con tanta facilidad una reforma electoral y ésta se asume “se acaba determinando una forma de gobierno a futuro”.
Dice que de lo que se presentó, hay muchas cosas que deberían ser discutidas y cuestionadas; además, de que se tienen que buscar cosas transexenales y la medida que se va avanzando ir las perfeccionando y modernizando.
“De las cosas más importantes que pueden venir es un buen debate sobre el tema, pero si nos atenemos a la reforma electoral y la oposición como se ha colocado, podría ser complicado que al final se acabe de aprobar esta reforma”.