Javier Solórzano señala que hay indicios e investigaciones de que en el pasado proceso electoral la delincuencia organizada participó en el desarrollo de los comicios.
“Estuvo presente en muchos ámbitos, como por ejemplo: en la selección de candidatos y en el desarrollo mismo del día del proceso electoral, con presiones o intimidaciones”.
Javier Solórzano
El periodista menciona que la clave del asunto es dónde empieza y dónde termina y es “en buena medida en los partidos, porque éstos se ven presionados, intimidados o les parece fácil entrar en un mundo donde hay que ganar a cómo de lugar“.
“Por eso, donde empieza el gran problema de la relación delincuencia organizada en las elecciones pasa por los partidos y en muchos casos por los gobiernos locales”.
Javier Solórzano
Ante esto, Solórzano dice que hay que investigar qué está pasando y que no se puede pasar por alto, porque a diferencia de otros países, el narcotráfico en México no “necesariamente ha querido ejercer el poder“, como hay indicios de que sucedió y sucede en Colombia.
“Lo que sucede hoy en México todavía tiene este tinte en dónde lo que se quiere es influir, que los dejen ‘trabajar’, a la delincuencia organizada, y en muchos casos mantener las rutas”.
Javier Solórzano
El periodista menciona que durante todo este proceso hay otra variable “hoy seleccionar, tener un candidato, un diputado, un presidente municipal, un líder comunero le significa el narcotráfico tener el control de muchas circunstancias, y también como se ha demostrado, acaban entrando en los presupuesto locales”.
Solórzano asevera que esto no es nuevo, ya que había sucedido, pero da la “impresión de que en el pasado proceso electoral en varios estados se intensificó la presencia del narcotráfico”.
“Es un asunto muy delicado y lo que hizo un grupo de partidos de oposición, el ‘Va por México’ fue ir a la OEA para denunciarlo, pero ¿por qué no lo hicieron en México? porque a lo mejor aquí no encontraron las condiciones”.
Javier Solórzano
El periodista señala que su presencia en la OEA debe de abrir el debate y “la gran discusión es interna, no externa”, pero también han existido condiciones que se han dado últimamente que le han impedido en muchos casos a la oposición y a los ciudadanos poder presentar denuncias.