El periodista Javier Solórzano analiza la situación en Acapulco, Guerrero, tras el paso del huracán Otis de categoría 5. En este sentido, cuestiona si las autoridades gubernamentales pudieron hacer algo más para prevenir y reaccionar al ciclón que dejó severas afectaciones en la región.
- Otis tocó tierra como huracán categoría 5 el pasado miércoles 25 de octubre. Hasta el momento, se registran 46 muertes y 58 desapariciones por el paso del ciclón.
[TE RECOMENDAMOS: Actualizan cifra: 46 muertos y 58 desaparecidos por huracán Otis]
¿Se pudo prevenir ante el paso del huracán Otis?
En videocolumna para Unotv.com, nuestro colaborador piensa que, si bien no hubo desidia, las autoridades no juntaron toda la información necesaria, por lo que el fenómeno fue “brutal“.
“Estamos en una polémica que, tarde o temprano, tendremos que resolver porque no se vale pasar por alto y decir “sí avise, no avisé o no avisaron”. Más bien aquí lo que uno piensa es que hay signos e información que muestra que, con antelación, quizás se pudo haber hecho algo más”.
Javier Solórzano.
Desde la perspectiva de nuestro columnista, se pudo hacer algo que, para la gente y el desarrollo del huracán Otis, “pudiera haber sido diferente”.
“El Gobierno va a tener que responder”: Javier Solórzano
Javier Solórzano también dice que, según los testimonios de la población guerrerense, “todo fue lento al principio y lo sigue siendo.
“Pasaron 36 horas en que no hubo mucho. Entiendo que la situación era tan brutal que si uno saliera y viera lo que está pasando, después de toda la situación en la que uno estaba, lo que uno encontraría sería una devastación como de una escena dantesca Y brutalmente terrible, pero ahí está y ante eso hay que trabajar”, señala el especialista.
Sin embargo, ante la falta de respuesta por los efectos del huracán Otis, comenzaron a ocurrir los saqueos de saqueos de automóviles, refrigeradores o microondas. “Todo pasaba por una situación de la ‘ley de la selva´”, dice nuestro experto.
Debió haber una mejor respuesta tras el huracán Otis
Tras el paso del huracán Otis por Acapulco, la gente comenzó a darse cuenta de que su vivienda estaba destruida y empezaron a percatarse de las múltiples desapariciones en la zona, por lo que la falta de resupuesta provocó que se originara el miedo, según Javier Solórzano.
“La gente empieza a tener más temores, tarda la ayuda, tarda el mensaje y muchos mensajes que se hacen desde los gobiernos federal, estatal y municipal acaban siendo mensajes en donde no se alcanza a ver la justa dimensión de lo que está pasando allá”.
Javier Solórzano.
Los procesos de comunicación no establecen a la situación en su justa dimensión. Además las cuestiones de inseguridad son delicadas y la sensibilidad del gobierno no parecía estar por delante. “Ahora estamos delante del tema de los 15 mil millones de pesos de los fideicomisos de los trabajadores para ayudar”.
Finalmente, Solórzano asegura que no se destinarán los recursos de las obras más importantes del gobierno, por lo que hay temas pendientes. “Tendremos que pensar si rediseñamos el presupuesto el presupuesto como está, así no va a resolver los problemas de Acapulco”, y pensar en cómo se pudo haber ocupado el dinero del Fonden en esta “tragedia sin fin”.