Hay que adelantarse a Trump
Javier Solórzano explica que la mejor estrategia del gobierno mexicano contra Donald Trump es poder adelantarse.
Trump está de vuelta, y con él regresa su estilo provocador, caracterizado por declaraciones que levantan olas en todos los frentes. Desde sus comentarios sobre anexar Canadá o México, hasta sus propuestas migratorias radicales, su narrativa domina la agenda mediática y política.
Solórzano señala que la estrategia de Trump se mueve en varios niveles. En primer lugar, está su alto nivel de provocación en el uso del lenguaje.
“Simplemente, en las últimas semanas, ha llamado al presidente de Canadá el presidente de una provincia, y después insinuó que anexaría Canadá. Para rematar, mencionó: ‘¿Y por qué no México?’”.
Javier Solórzano
Este tono desafiante llevó a la presidenta mexicana, Claudia Shenbaum, a responder que México es autónomo. Sin embargo, en este punto, considero que su decisión de no responder diariamente a Trump es acertada. “No se puede estar respondiendo a todo lo que diga; hay que elevar el nivel del debate, aunque él no sea capaz de hacerlo”, opiné.
En el segundo nivel que señala Solórzano es en sus propuestas de Trump, que oscilan entre lo realizable y lo imposible. Recientemente, fue entrevistado sobre migración y afirmó: “Vamos a expulsar familias completas. No solo a quienes no tengan papeles, sino también a quienes los acompañan. Incluso los dreamers podrían ser afectados si sus padres son migrantes ilegales”.
Esto genera preguntas inquietantes: ¿es legalmente viable? ¿Qué pasará con los derechos de los niños nacidos en Estados Unidos?
Lo más alarmante es su intención de modificar una de las enmiendas fundamentales de Estados Unidos, que otorga la ciudadanía a quienes nacen en el país.
“Esto sería una ruptura con el principio de los derechos humanos y provocará un debate intenso”.
Javier Solórzano
El periodista señaló que no se puede ignorar la fortaleza política de Trump. “Ganó con contundencia: el Congreso, el Senado y, por primera vez en varias elecciones, el voto popular”.
Su capacidad para conectar con sus votantes lo convierte en un líder formidable, pero también en uno que no debemos subestimar.
El gobierno mexicano, por su parte, parece ir a la zaga. “Me preocupa la lentitud del gobierno para enfrentar estos temas. El 20 de enero, Trump podría imponer medidas drásticas, y aunque el 22 de enero pueda cambiar de opinión, las consecuencias podrían ser graves”, dice Solórzano.
En suma, no es momento de esperar a ver qué hará Trump. Su agenda está clara, y México debe adelantarse con una estrategia bien definida, concluye Javier Solórano.