Gobierno minimiza la violencia en Sinaloa
Javier Solórzano habla sobre la violencia en Sinaloa que ha alcanzado una nueva dimensión que que no debe ignorarse, a pesar de los esfuerzos del gobierno por minimizarla.
La reciente extradición de Ismael “El Mayo” Zambada a Estados Unidos ha generado una ola de incertidumbre dentro del Cártel de Sinaloa, cuya cohesión histórica ha sido puesta a prueba.
Según el periodista Javier Solórzano, la operación que sacó a Zambada del país fue una acción realizada con tal discreción que “nos pasaron por encima sin que nadie se enterara”.
“Uno de los principales líderes, un hombre legendario en el cártel, Ismael ‘El Mayo’ Zambada, fue llevado por la fuerza, todo indica, a un aeropuerto o a un lugar donde está un avión, y el avión se lo llevó a Estados Unidos. Todo lo que pasó ahí tiene muchas cosas pendientes de cómo se dieron las cosas y qué tanto hubo una complicidad del lado mexicano”.
Javier Solózano
El gobierno de México, sin embargo, ha optado por una narrativa de control, reduciendo la importancia de este suceso y asegurando que la situación está bajo control.
Pero Solórzano advierte que esta postura es peligrosa, pues “hay una gran cantidad de asuntos en el país que no tienen el control del gobierno”, y el caso de Sinaloa es un claro ejemplo. }
A pesar de que el presidente Biden elogió la acción, felicitando a México, la realidad es que lo sucedido en Sinaloa tiene consecuencias profundas y duraderas.
Solórzano subraya que el gobierno ha intentado minimizar los posibles efectos de la captura de Zambada, asumiendo que la estructura del cártel no se desmoronaría tras su salida.
“Mucha gente dijo: ‘no, hombre, no va a pasar nada’. Estuvieron en una pausa”, indica, refiriéndose a la calma momentánea que se vivió tras la captura. Sin embargo, este tipo de pausa es solo temporal.
“Era previsible que si uno de los legendarios líderes de ese cártel estaba siendo traicionado al interior, pues es evidente que la reacción iba a ser tarde o temprano de parte de sus seguidores o de la gente que estaba con ‘El Mayo’”.
El periodista pone en duda la capacidad del gobierno para manejar esta crisis. En lugar de abordar el problema de raíz, la administración ha optado por lo que Solórzano describe como una actitud de “control de daños”.
Uno de los aspectos más preocupantes, según Solórzano, es la respuesta simplista del gobierno, que se ha reducido a solicitar a los grupos del cártel que dejen de pelearse.
“El presidente declara: ‘yo sé que a mí me escuchan; conmigo deberían ya de dejarse de pelear, por favor’. ¿Dónde está la acción del Estado? ¿Dónde está el Estado rector de una sociedad?”.
Javier Solórzano
En este contexto, Solórzano destaca que “minimizar como otros asuntos es tener un mal diagnóstico de las cosas”. El problema es que, si no se aborda de manera adecuada, el conflicto se agrava y se abre en formas inesperadas, complicando aún más la situación en Sinaloa.