El periodista Javier Solórzano señala que es inevitable hacer un ejercicio de revisión y análisis de lo que se prometió, lo que se cumplió y lo que quedó en el tintero.
“El presidente está en la idea de que no se acuerda de muchas cosas que prometió y que dice que todo lo ha cumplido.”
Javier Solórzano
Esta actitud refleja un dilema constante en el que entramos en un “toma y daca verbal” que, en sus palabras, “de repente no sirve mucho, pero es inevitable.”
Uno de los temas que Solórzano destaca es la promesa del presidente de bajar la gasolina. “¿Bajó la gasolina o no?” es la pregunta que queda en el aire, junto con otras promesas económicas como el crecimiento del PIB al 6%, que, según Solórzano, “no creció.” A pesar de las complicaciones derivadas del COVID-19, el periodista sugiere que hubo muchas decisiones carentes de sentido.
Solórzano también pone en tela de juicio las afirmaciones recientes del Presidente, como la relacionada con la refinería de Dos Bocas.
“Buena parte de lo que se había pagado con Dos Bocas fue por el huachicol... la verdad que no es tampoco cierto,” afirma, sugiriendo que los contratistas, más que el dinero del gobierno, fueron los que absorbieron los costos adicionales.
Esta falta de transparencia y la duplicación de costos en proyectos como el Tren Maya son, para Solórzano, ejemplos de una narrativa construida por el presidente que “nomás no quiere reconocer que no se han cumplido.”
“Las formas en que el presidente ve las cosas es como las quiere”.
Javier Solórzano
La promesa de un sistema de salud “como Dinamarca” no se ha materializado, a pesar de los intentos del director del IMSS por matizar la realidad.
A menos de 50 días para el final del sexenio, estamos en un punto en el que “empieza el terreno de los balances, el terreno de las conclusiones.” Solórzano nos invita a reflexionar sobre la “terca realidad” que enfrentaremos una vez que el presidente deje el cargo.