Javier Solórzano habla sobre las filtraciones que han revelado la brutalidad con la que fueron asesinados los 43 estudiantes de Ayotzinapa y cómo esto afecta la investigación y la confianza sobre al actual gobierno.
El periodista señala que el octavo aniversario de la desaparición de los estudiantes de la Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa muestra muchas cosas, la primera es lo evidente que ha sido muy manoseada la investigación, en especial con lo que hizo el gobierno anterior.
“Hay una Comisión de la Verdad que ha sumado nuevas variables en la investigación, algunas pasan por encima de algunos integrantes del Ejército, que tuvieron tener una complicidad e incluso acción directa, pero hay que demostrar lo que dicen”.
Javier Solórzano
El analista señala que un testigo protegido es capaz de decir cualquier cosa con tal de lavarse las manos y que le atenúen la pena, por lo que se tendrá que ir a juicio y habrá que escuchar a los que están siendo acusados.
Solórzano señala que en la investigación del actual gobierno ha habido problemas como a los intereses a los que se refiere el Presidente, sin embargo, no especifica a quién o cuáles intereses se refiere.
“Resulta que una periodista llamada Peniley Ramírez dio a conocer información que nos parece brutal sobre la forma en se actuó aquella noche del 26, el 27, incluso el 28 de septiembre del 2014”.
Javier Solórzano
El meollo es saber si el Ejército estuvo involucrado, actualmente existen elementos para pensar que sí participó en la desaparición de los estudiantes, pero también hay muchos elementos para poder pensar que los están acusando como una nueva variable y no queda muy claro, señala Solórzano.
“Si lo que quieren es empezar a contar una nueva verdad que pueda tranquilizar la vida, si en algún momento dado es posible, de los padres y madres de familia, pero sobre de todos los que pertenecen a la comunidad de la normal Isidro Burgos, el tema se les está yendo de las manos”.
Javier Solórzano
Las filtraciones que hizo Peniley Ramírez sobre el informe donde se detalla cómo pudieron haber sido asesinados los estudiantes ha generado otra polémica colateral sobre si debió darlo a conocer o no a pesar del salvajismo que hay detrás de estos asesinatos.
“Yo le diría que un periodista que tiene información que le filtraron y sabe bien, quién se la filtró y la da a conocer, es porque está en su intuición, en su espíritu y en su origen hacerlo. Yo no podría hablar en primera persona porque no tuve el documento y no sé qué hubiera hecho”.
Javier Solórzano
Solórzano concluye diciendo la información filtrada es brutal pero no acaba de quitar la confusión y la complejidad de lo que sucedió el 26 de septiembre del 2014.