Javier Solórzano dice que se han juntado algunos asuntos que podrían “pegarle” al presidente, los papeles Guacamaya, el hackeo que sufrió la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y el otro la publicación del libro “El rey del cash”.
El periodista no cree que en ambos casos el presidente salga muy “sacudido”, ya que en el caso del libro habría cosas por revisar, se pueden decir muchas cosas, pero si no están testimoniadas, todo acaba en un intento de un desprestigio que no acaba por cerrar el círculo de la crítica.
“El intento de ir encima de algo que al presidente se le quiere imputar para tratar de desprestigiarlo”.
Solórzano menciona que en ambos casos lo que sí es cierto es que uno de ellos abre un boquete que no ha sido visto en su justa dimensión, que es el hackeo, porque expone a la Sedena y porque nos “damos cuenta que hay unos criterios bajo cuales se analizan las cosas que están muy lejos de tener un proceso de profesionalismo o de servicios de inteligencia o en el análisis de las cosas”.
Al periodista le parece que se diluye mucho de lo hace la Secretaría de la Defensa cuando se habla de estas investigaciones, que se les pone mucha inteligencia, pero aveces tienen un carácter más “persecutorio” que informativo y eso “nos coloca en una posición adversa ante ciertas circunstancias cuando se trata de un análisis de una dependencia tan importante como la Sedena“.
Solórzano asegura que estos dos asuntos son atractivos para la oposición y ver de dónde se “agarran” al presidente “fuera de la base”, pero cree que eso no va a pasar.
“La oposición está esperando a que el presidente se distraiga, cometa un error para de ahí encabezar todo un proceso de crítica hacia el mandatario y eso les sirva para tomar aire y ganar simpatía entre los ciudadanos”.
Y dice que lo que sí debería ser un “acuse de recibo” es el hackeo, por lo que se está diciendo, por ejemplo: aquello de que el narcotráfico está comprando armas frente a un campo militar.