El periodista Javier Solórzano analiza la avalancha de migrantes que aconteció en las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) en Tapachula, Chiapas. Desde su perspectiva, lo ocurrido evidencia de que México está lejos de resolver la migración en la frontera sur.
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Avalancha de migrantes revela que el problema no se ha resuelto
En videocolumna para Unotv.com, nuestro colaborador considera que la reciente avalancha de migrantes provenientes de Haití sólo refleja que aún no se resuelven los problemas en materia de migración.
“No hemos tenido muchas capacidades para enfrentarlo y estamos pateando el bote para adelante. Ahí está. Al rato te tropezarás, pero para evitar tropezarte lo avientas y lo avientes, pero el problema sigue estando ahí y sigue estando entre nosotros”.
Javier Solórzano
Por otro lado, reconoce que es complicado establecer medidas concretas que den solución a este tipo de conflictos, debido a que es un asunto que “le compete a muchos países y muchos gobiernos“.
Los dilemas que ratifica lo sucedido en Tapachula
Nuestro columnista considera que la avalancha de migrantes en Tapachula es importante porque ratifica el incremento de la migración en la frontera sur de México. Según sus palabras, sucede por una mezcla de esperanza y poder sacar dinero antes de que acabe el año.
El segundo factor ratificado por lo sucedido en Chiapas es que “hay una gran cantidad de haitianos” en territorio fronterizo. Entre 200 y 250 mil migrantes, con mayoría de Haití, en esta región, según le dijo Luis García Villagrán, coordinador general del Centro de Dignificación Humana A.C., a Javier Solórzano.
“Ante la falta de respuestas, lo que terminó pasando es que tiraron las vallas, se lanzaron directamente a la COMAR para que les diera un permiso de circulación por el país. Todo Tapachula, está rebasado”, señaló nuestro columnista.
¿Qué está pasando frente a la avalancha de migrantes en Chiapas?
La avalancha de migrantes en Tapachula es sólo un factor a considerar, pues hay más fenómenos que están sucediendo en Chiapas. “Una de ellas es la gente que vive en la región y dos: la migración que no para y que se queda a pernoctar porque no tienen de otra”, dice.
Javier Solórzano describe que, cuando salen los detienen o salen en camiones donde van hacinados en la parte de atrás. En las carreteras, continúa, se accidentan, se acaban este asfixiando están unos encima de otros en condiciones violentas.
“Hay una promiscuidad brutal, hay violencia de la mano de los polleros y la delincuencia organizada, que es otra de sus áreas”, expresa.
“La gente está comenzando a hartarse”: ¿qué sigue?
El analista de temas políticos señala que la avalancha de migrantes, en conjunto con toda la situación de Tapachula, ha provocado que la gente de aquella región comience a hartarse.
“La gente en Tapachula, de estar históricamente a favor de los migrantes, comienza a hartarse porque su vida ya cambió al 100%. Después de la tranquilidad que habían vivido toda su vida, ahora tienen que colocarse a diario a toda hora bajo condiciones que son totalmente desfavorables para lo que hayan vivido a lo largo de su vida”.
Javier Solórzano
En el lado contrario, los migrantes, en su desesperación, corren para tratar de entrar a su a buscar la posibilidad de algún acceso y sobre todo tener esto que es la clave alguna certidumbre.
La conclusión de Javier Solórzano es que falta por ver lo que México hará con los migrantes. “a ellos que les dijimos ‘aquí en México les vamos a conseguir empleo’, han pasado cinco años y la situación se agudiza por las condiciones mismas en que muchos países viven”, mientras el país sigue “haciendo buena parte del trabajo” a Estados Unidos.