Javier Solórzano señala dos acontecimientos con los que empezamos el año, que por más que hayan estado entre nosotros, es decir, todo el tiempo en curso, han pegado muy fuerte: la cantidad de personas muertas desde enfrentamientos hasta asesinatos y la variante Ómicron.
“Estos temas han generado una sacudida, respecto a que no tenemos una política pública que ayude al problema”.
Solórzano menciona a las policías comunitarias, quienes piden una cuota y están fuertemente armados, y estos aseguran que lo hacen porque necesitan defenderse, ya que la Guardia Nacional y la policía municipal no llegan a esas zonas. El periodista habla del trayecto entre Acapulco y Puerto Escondido donde se encontró a varias policías comunitarias.
“La violencia está entre nosotros. Las políticas públicas no nos han acabado de dar el “do” de pecho para que esto adquiera una dimensión distinta. Uno sabe que las cosas no van a cambiar tan fácilmente, uno sabe que hay problemas en el tejido social. La política que se instrumenta no acaba de dar esa definición de transición por lo menos en muchos estados y comunidades del país”.
El periodista enfatiza otro problema: el Ómicron, con el cual el país ha enfrentado problemas delicados, porque de nuevo hay una política ambigua, de “montaña rusa”, donde un día se dice una cosa y otro día otra cosa.
“Lo único cierto es que ha crecido en el mundo (pese a las declaraciones del vocero de Salud y del presidente) y lo único que sabemos para enfrentarlo es el uso del cubrebocas, la sana distancia y las vacunas“.
Estos dos asuntos se nos vinieron encima a finales y a principios de año, asevera Solórzano.
Y para cerrar, el periodista pone en la mesa varios asuntos que ocurrirán en el año, como la reforma electoral, la eléctrica y la revocación de mandato.