El periodista Javier Solórzano reflexiona sobre la votación del “Plan B” de la reforma electoral que se llevó a cabo en la sede el Senado de la República.
“Yo creo que es evidente que hay un cambio muy importante de paradigma respecto a la forma en que hemos venido concibiendo la democracia y su organización, particularmente en el aspecto electoral”.
Solórzano cree que “es evidente que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, se fue con todo”, ya que dice “incluso hoy de manera “orgullosa” felicitó al Senado y a los senadores”.
Sin embargo, el experto cree que quienes propusieron el llamado “Plan B” “son la personificación del poder y uno se pregunta dónde está el pueblo realmente”.
“El pueblo se manifiesta de muchas maneras pero no se puede manifestar tan fácilmente, […] pero el presidente parece ser la personificación del pueblo”.
Ante esto, Solórzano prevé que habrá “un largo camino hacia la Corte”
“La Corte tiene que tomar decisiones, no puede dejar el asunto en el archivo encima de la mesa, éste es un asunto por el cual la Corte tiene que ir inmediatamente porque tiene que responder a los amparos y demandas antes de las elecciones”.
Y destaca que “hay cosas que son lamentables y patéticas”:
“Morena puede darle votos a los partidos satélites que tiene como el PT y el Partido Verde; y el presidente de alguna manera lo está avalando”.
El periodista asegura que “en la madrugada se aprobó casi todo como lo quería el presidente, hubo cambios de forma pero de fondo nada y de alguna manera es un poco darle un golpe al INE” y explica por qué:
“Cando se expida ya totalmente el ‘Plan B’ [el INE] tendrá que despedir al 80% de su personal, tendría que irse el secretario general, tendrían que pasar muchas cosas. Además, recordemos que en abril van a cambiar cuatro consejeros”.
Sin embargo, el especialista cree que “hay un antídoto ante esto y es el marco legal”.
“Una manera para que esto pueda trascender es que la sociedad se organice y salga a votar y el voto será el antídoto”.
Finalmente, Javier Solórzano sostiene que lo ocurrido con el “Plan B” en el Senado de la República “no es un camino fácil, más bien es un camino con tintes regresivos”.