El reconocido periodista Javier Solórzano aborda lo ocurrido con el historiador Pedro Salmeron y Delfina Gómez, titular de la Secretaría de Educación Pública, para reflexionar sobre la postura que adopta el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al señalar o no a quienes se encuentran como presuntos responsables de algún delito.
La polémica alrededor del caso de Salmerón tiene que ver con las múltiples acusaciones de acoso sexual en su contra cuando era académico del ITAM y las cuales volvieron a salir a luz cuando fue propuesto para ocupar una representación de México en el exterior.
Mientras que Delfina Gómez se encuentra involucrada en la sanción que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación impuso a Morena por incurrir en la omisión de reportar sus ingresos entre 2014 y 2015, y es que la entonces alcaldesa de Texcoco fue señalada de descontar un porcentaje salarial a trabajadores del Ayuntamiento entre 2013 y 2015 y destinarlos para el financiamiento político de Morena.
A partir de estos dos casos, Solórzano pone de relieve la postura del presidente López Obrador, quien “hace juicios sobre personajes que están cerca de él y si tienen bajo ellos algún tipo de presunta responsabilidad, los exonera”.
Al mismo tiempo que destaca que “hay otros personajes con los que AMLO ha sido particularmente enfático en señalar, incluso acusar a pesar de que no haya una sentencia por parte de la autoridad”.
Esto se debe, según nuestro colaborador a que “el presidente no es el totem sino que es uno de los poderes de la unión, y que el presidente es muy poderoso, ya que tiene en su entorno un gran crecimiento de seguidores“.
“Desde la mañanera ¿se puede determinar quién sí y quién no [es exonerado o señalado]?, porque por más que se haga ese no es el camino, porque tenemos aparatos que se encargan de ello”.
Para el experto, “lo más pertinente” sería “evitar cualquier tipo de juicio por parte del presidente” y agrega que “lo importante es la prudencia en los casos”.
“El propio presidente supo muchas veces qué eran los señalamientos”.
Y es que para Javier Solórzano, “quien tiene el poder debe ser mucho más cuidadoso en sus actos, sobre todo respetando los ámbitos del Estado de Derecho”.
“Es un asunto bastante delicado. La prudencia y el cuidado fortalece las instituciones porque dejamos en manos de ellas las decisiones”.