Reforma a la Guardia Nacional tendrá impacto en la seguridad pública
En su participación para UnoTV, Carlos Elizondo Mayer Serra, profesor de la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey, analizó la reciente reforma que pone a la Guardia Nacional bajo control de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), advirtiendo sobre el impacto que esta decisión tendrá en la seguridad pública y en el equilibrio de poderes en México.
Perspectiva global sobre la militarización
Elizondo destacó que en ningún país democrático, la seguridad pública está en manos de los militares, y aunque en dictaduras la tendencia es similar, los cuerpos policiales suelen ser administrados por civiles.
“La seguridad pública y la seguridad nacional son gestionadas de manera distinta”, puntualizó.
Nuestro analista mencionó que, aunque el gobierno prometió que la Guardia Nacional sería civil y transitoria bajo el control militar, la realidad ha sido diferente. Además, criticó que no se ha logrado crear una fuerza policial robusta durante los últimos seis años, y la militarización no ha cumplido con las promesas de pacificación del país.
El fuero militar y sus implicaciones con la reforma a la Guardia Nacional
Una de las principales preocupaciones de Elizondo es el hecho de que la Guardia Nacional ahora tendrá fuero militar. Esto significa que, en caso de que se cometan violaciones a los Derechos Humanos por parte de sus elementos, serán juzgados bajo la justicia militar, lo que genera un espacio donde los ciudadanos no tienen representación.
“Este es un cuerpo que cada vez tiene más poder. Los ciudadanos van a tener miedo de enfrentarse a una fuerza tan poderosa y opaca”, señaló el académico.
El riesgo de un régimen autoritario
Carlos Elizondo advirtió sobre el peligro de que el país se dirija hacia un régimen sin contrapesos. Explicó que la aprobación de reformas como la de la Guardia Nacional y la del Poder Judicial refleja un poder creciente de la Presidencia de la República. Según Elizondo, estas reformas se aprobaron de manera rápida y sin una adecuada deliberación, lo que podría derivar en una consolidación del poder ejecutivo sin los equilibrios necesarios.
Finalmente, el analista político expresó su esperanza de que exista autocontención en el uso de este poder por parte del gobierno actual, aunque reconoció que los riesgos de avanzar hacia un régimen autoritario son latentes.