El Instituto Nacional Electoral (INE) presentó ante la Suprema Corte la primera controversia constitucional contra el “Plan B” de la reforma electoral, concretamente contra decreto que reforma la ley general de comunicación social y la ley general de responsabilidades administrativas…
El INE asegura que esas modificaciones disminuyen su autonomía y la capacidad para ejercer funciones y permiten que las autoridades intervengan en la contienda bajo el argumento de ejercer la libertad de expresión.
Advierte que las reformas le impiden ejercer la función de salvaguardar la imparcialidad y equidad de la contienda electoral.
Ante estos hechos, nuestro analista Carlos Elizondo opina que México ya no es un país plenamente democrático. Es lo que se llama un país híbrido, ligeramente arriba del Salvador, más o menos igual que Senegal. Muy por debajo de Brasil, Argentina, Chile, Perú y los países de América Latina.
Ya estamos en un problema. El Plan B haría realmente dudoso el que incluso nos pudieran llamar un país híbrido, es decir, medio democrático.
¿Por qué? Afirma que la democracia parte de varios principios. Uno muy importante es el de la equidad de la contienda y la Constitución deja muy claro por acuerdo de todas las fuerzas políticas en el pasado, que quienes tienen un cargo público no pueden hacer propaganda electoral.
Estas reformas que ya se promulgaron y que están siendo ahorita controvertidas por el INE, claramente van en el sentido opuesto. Expresamente, permiten algo que la Constitución ha dicho que no se puede. Eso desbalancea la equidad.
Pero lo que está todavía en proceso, y que estaría aprobándose, esperemos que pronto, sí se va a aprobar. Realmente hace muy complicada la administración de las elecciones y violenta los principios de certidumbre electoral.