Luego de que la Cámara de Diputados aprobará en lo general y en lo particular la reforma que permite a la Guardia Nacional incorporarse a la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), la decisión quedó ahora en manos del Senado de la República.
La permanencia del Ejército en tareas de seguridad pública también es tema dentro y fuera de las bancadas políticas, y ya hubo reacciones a la iniciativa priista para aplazar esa permanencia hasta 2028.
Por ello, Carlos Elizondo emite su opinión sobre lo difícil que resulta imaginarse el pacto legislativo y político de la Coalición por México si no tienen capacidad de cumplir en un tema tan fundamental como es ¿quién es el responsable de la seguridad pública?
Lo que sí enoja, molesta, preocupa, es que estamos centrando todo, lo tan grave que es el problema de la seguridad pública, en torno a si son civiles o son militares, si hay cuatro años más o no.
Afirma que lo que no tenemos es una propuesta clara de por qué estas medidas legislativas tendrían un impacto en la seguridad pública.
Nuestro analista recordó cuando se hizo la propuesta de la Guardia Nacional, se esperaba una mejora muy rápida e iban a poder regresar a ser civiles. De hecho, tendrían que haber estado articulados en la Secretaría de la Función de la Seguridad Ciudadana y lo que no pasó fue que ni mejoró como se esperaba la seguridad, ni se construyó un cuerpo civil como se había prometido.