Cuando Putin se afianzaba en el poder en Rusia en los albores del siglo XXI, Zelenski creaba una productora, Kvartal 95, y se convertía en una las mayores estrellas del espectáculo en Ucrania.
En 2014 Putin anexó la península de Crimea y dio su apoyo a los separatistas prorrusos del este de Ucrania, mientras, en 2015 Zelenski saltaba a la fama con una serie de televisión.
En 2019, con Ucrania sumida en el caos político, Zelenski se lanzó a la política y ganó las elecciones presidenciales con una mayoría contundente
Su victoria fue saludada con frialdad por Putin, que nunca mostró mayor interés en establecer un diálogo personal con el nuevo gobernante.
Pocas horas antes de la invasión rusa del 24 de febrero, Zelenski afirmó que el Kremlin nunca respondió a su pedido de hablar por teléfono con Putin y vio ese desplante como una señal de que la guerra se acercaba.
Esta semana, Zelenski, firmó un pedido de adhesión formal de Ucrania a la UE.
Para Carlos Eizondo, lo que hay detrás de esta guerra, del ataque, desde el punto de vista de una visión un poco más larga de la historia, es una Rusia que siente que Occidente no fue cuidadoso después de la disolución de la Unión Soviética en respetar unos acuerdos verbales.
Los acuerdos eran verbales, pero acuerdos de que la expansión de la OTAN no se iría hacia países que habían sido parte de la Unión Soviética en particular. Pero eso no justifica de ninguna manera la violencia que ha utilizado el gobierno Putin contra los ucranianos (…) hay causas históricas, ¿hay una justificación legal? No, no la hay.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski acusó este viernes a Moscú de recurrir al “terror nuclear” tras el incendio causado por un ataque ruso en la mayor central nuclear de Europa que, sin embargo, no experimentó un aumento en los niveles de radiación.
Tras unas horas de alarma, en las que Kiev alertó de un posible desastre “diez veces más grande que Chernobul”, los servicios de socorro ucranianos pudieron extinguir las llamas que no afectaron instalaciones secundarias.
En el inicio de la segunda semana de invasión, Rusia intensificó sus bombardeos, que provocaron numerosas víctimas civiles y daños materiales. La perspectiva de un alto el fuego parece lejana y, en una segunda ronda de negociación, ambos bandos sólo acordaron crear corredores humanitarios.