La Cámara de Diputados logró la aprobación de dictamen para extinguir 109 fideicomisos federales por un monto superior a 68 mil millones de pesos.
Para nuestro analista político, el presidente está en el tono de que todo lo que suma, ayuda; es muy bonito el discurso de que estos son dineros para la salud, pero por qué no se suspende las grandes obras del presidente que, son obras que difícilmente las van a terminar.
Para la opinión de Carlos Elizondo, al presidente lo suyo es lo que importa, solo lo que él cree que es importante.
Afirman o sostienen que terminarán con la corrupción, pero en todo caso, si hubiera habido corrupción en estos fideicomisos, primero tenía que haberlo mostrado.
No olvidemos que llevan ya casi dos años en el poder, entonces quiere decir que en el último año y medio, ellos han sido corresponsables de esa presunta corrupción.
El cierre de fideicomisos opina que fue a rajatabla; estos fideicomisos cumplen funciones que no se van a poder resolver desde el presupuesto general aun cuando el diputado Mario Delgado diga que va a haber recursos.
Los fideicomisos se inventaron precisamente en aquellos temas que los grupos afectados no tienen la capacidad política, no tienen la posibilidad de asegurarse que la revolvedora presupuestal les vayan a dar ese dinero.
Los fondos para víctimas, los fondos para periodista, los fondos para desastres, los fondos científicos, todos ellos que se activan con ciertas reglas, de suerte tal que si se siente el huracán, el gobernador de un estado tenga la posibilidad de reaccionar rápido.
Carlos Elizondo esta a favor de auditar, por supuesto, hay que evitar que se roben.
Pero si el robo es una razón para cerrar las cosas, habrá que cerrar todo el gobierno porque hemos sabido de actos de corrupción en esta administración y en otras, en prácticamente todos los ámbitos del gobierno. Es pura demagogia.